"No podemos estar continuamente preguntando a una mujer cuándo vas a tener hijos"

"No sé cómo encajar el libro de una obstetra en una columna de sexualidad", le confieso a mi madre. Ella se ha leído antes que yo No me sueltes (Lunwerg Editores, 2025), escrito por Marimer Pérez y, al pasármelo, me responde convencida que algo encontraré.
Y, como siempre a mi madre -y a todas las madres-, le termino dando la razón. El de la doctora es un libro de partos, como no podía ser de otra manera, pero también de amor, de ternura, de respeto, de superación y de mujeres capaces de hacer lo imposible física y psicológicamente. Ella incluida.
Además de llevar más de dos décadas dedicándose a la obstetricia, ha dado también el salto a las redes sociales donde acumula más de medio millón de seguidoras (vais a permitirme el femenino genérico porque no tengo ninguna duda de que la mayoría son mujeres) compartiendo consejos, resolviendo dudas y también enseñando la cara más desconocida de su profesión, cuando el algoritmo le deja.
Aunque haga algo tan necesario como desmitificar el embarazo, el parto, la maternidad o la menopausia, no se escapa de la polémica, algo que tiene asumido como parte de estar en redes. Como la que me cuenta durante la entrevista al haber sido criticada por haber llamado "mis niñas" a sus pacientes por "infantilizarlas" (como si te acusan de que por decirle "bombón" o "guapa" a una amiga la sexualizas).
En el libro de la doctora destacan sus anécdotas en la sala de partos, pero también las de su vida personal, satisfaciendo la curiosidad de que puedes asomarte al backstage de una obstetra y verla con todas sus idas y venidas, su rutina más allá de sus guardias. Y lo que más atraviesa de Marimer es el afecto que pone en su trabajo, ese lado humano que en algo tan de la especie, como es acompañar en el momento de llegar a la vida, no puede parecer más apropiado: "Yo las llamo niñas con todo mi cariño porque me sale del alma, porque no he tenido hijas, pero siento que son como mis hermanas pequeñas".
En el libro uno de los denominadores comunes es el desconocimiento durante el embarazo y sus respectivos miedos. ¿Crees que se debe a que no hay información al respecto o al menos no forma parte de nuestro día a día?
Es una etapa de la mujer donde hay mucha información, el embarazo y el parto no van tanto de saber y de conocer, porque realmente tiene que ser algo fisiológico y de la biología humana, habéis nacido para poder parir. No creo que haya desinformación, creo que ahora mismo estáis viviendo una etapa de infoxicación. Y yo creo que no hay que saber tanto, porque os situáis en una parte muy racional cuando el parto tiene mucho de instinto. Las hormonas que segregamos durante el parto, que es la oxitocina principalmente, van relacionadas con esa situación de confort, de relajación, de no estar pendiente… Al final, tanto leer, no sé si es necesario.
Lo que echo de menos es que se hable de una forma más activa de la fertilidad femenina, de que no es eterna y es un tema que nosotras tenemos que saber. La reserva ovárica es la que es. Echo de menos el conocimiento de esa parte más biológica de la mujer, que a diferencia del hombre tenemos unos tiempos de etapas más fértiles y que de eso, entre amigas ahora empieza a salir más. Sin embargo, de cómo tienes que llevar el embarazo, no sé si hace falta hablar tanto.
Abrazar, coger de las manos, mirar a los ojos a tus pacientes… ¿En qué contribuye incluir esas muestras de ternura en un parto?
Segrega oxitocina, estamos creando el ambiente necesario y propicio, que eso no te lo va a dar un libro, para que las cosas fluyan. ¿Cuántas veces las mujeres pretendemos controlar todo? Nos creemos que podemos controlar todo y no es así. Qué maravilloso es cuando una mujer me mira y me dice "Mer, mi plan de parto eres tú". Por otro lado, menuda responsabilidad la mía. ¿Pero tú sabes lo relajadas que se quedan si ellas sienten que yo cargo con su mochila, y ellas están para disfrutar, para dejarse sentir, para centrarse en su intuición, en su instinto…? Vas calmando el ambiente para no posicionarte tanto en lo racional y en el conocimiento y poder dedicarte a disfrutar y a estar por lo que tienes que estar.
Podríamos pensar que, en el parto, el papel de la pareja es secundario, pero tú lo pones en el centro, ¿puedes explicar de qué manera es ventajoso?
Aparte de la oxitocina, la pareja, hombre o mujer (aunque a veces hay mucha mamá dando a luz sola, pero elige a su persona de confianza) doy por hecho que tiene un lenguaje íntimo con ella, que la conoce muchísimo y que sabe cómo reaccionar en diferentes momentos, sabe también cómo aliviarla y me puede ayudar. Todo lo que sea ayudar a mi paciente, me ayuda a mí. Yo solo busco que mi paciente esté más tranquila y si la pareja hace que mi paciente esté más tranquila, más tranquila estaré yo. Y muchas veces, cuando una mujer está dando a luz o le estás comunicando un tema estresante o una mala noticia, a lo mejor ella no la puede encajar. Por eso hablar con la pareja ayuda mucho. Tenerles cerca siempre es una apuesta ganadora.
Yo solo busco que mi paciente esté más tranquila y si la pareja hace que mi paciente esté más tranquila, más tranquila estaré yo.
Ahora que se está empezando a hablar de depresión posparto o de no querer coger al bebé nada más nacer, ¿estamos creando una sociedad segura para que las madres puedan vivir sus emociones?
Creo que, como en todo, estamos avanzando. Es una cuestión de hablarlo y visibilizarlo, pero cada vez hay más psicólogas perinatales para acompañar esos momentos en donde cuesta dar visibilidad a que a lo mejor tu hijo te crea rechazo. Pero si es una realidad hay que darle el espacio y cada vez hay más profesionales preparados para ello.
Desde tu experiencia, ¿qué impacto tiene un parto complicado en la vida sexual posterior de una mujer?
Puede tener un impacto trascendental porque un parto complicado -con fórceps o parto instrumentado-, puede dejar una merma muy importante en las relaciones sexuales posteriores. Y no solo eso, es que te puede dejarte una incontinencia urinaria o fecal que no puede ser agradable. Es verdad que cada vez se tiende menos a instrumentalizar el parto y cada vez hay una escuela de intentar un parto natural o vaginal, como mucho ayudarse de una ventosa y si no va bien, como digo yo a todas mis pacientes, es mucho mejor una buena cesárea que un mal parto.
Es mucho mejor una buena cesárea que un mal parto.
¿Cómo puede afectar la infertilidad o buscar un embarazo que no llega, al deseo sexual de la pareja?
El problema de las parejas de infertilidad es que se han convertido en un equipo donde tienen las relaciones programadas, donde se pierde la espontaneidad, donde se les marca cuándo tienen que tener relaciones y creo que poco se habla del agotamiento que supone para la pareja este tipo de situaciones. Es muy difícil, es un tema de que hay que hablar mucho con las parejas, para ver si a lo mejor si es un momento de tomarse un tiempo, en lugar de volver a intentarlo, recuperar un poquito y coger aire…
¿Cómo puede ser que Instagram tenga censurado uno de tus vídeos sobre un parto, pero no haya ningún control de los contenidos sexuales que hay en la misma plataforma?
Es que muy probablemente ese reel del que me hablas que está censurado, es una cesárea maravillosa, se trata de una cesárea asistida y en muy pocos sitios se hace. Somos pioneros haciendo este tipo de cesáreas, no hay nada más bonito de ver. Que me lo censure Instagram no me deja de cabrear. Porque si esto es lo que censuráis, chicos, qué mal está Meta y que mal está la gente que lleva este tipo de censura.
Con tantas mujeres en edad fértil planteándose no tener hijos, ¿cómo ha sido tu proceso de cara a afrontar la renuncia a la maternidad?
Este capítulo de la no maternidad no lo iba a incluir de inicio, porque ha sido de los que más me ha removido escribirlo. Sin embargo, creo que era un capítulo absolutamente necesario. Lejos de molestarme, creo que lo tenemos que tratar. Es muy importante que llegue el mensaje claro de que no podemos estar continuamente preguntando a una mujer, que es lo que me pasa a mí en redes sociales, cuántos hijos tienes, cuándo vas a tener los hijos, si tienes el primero cuándo vas a tener el segundo… No podemos hablar de la maternidad con esa ligereza porque es un tema muy íntimo. A lo mejor a la persona a la que se lo estás preguntando, está pasando por un aborto, por una técnica de reproducción asistida, poco se habla de la insuficiencia ovárica precoz o fallo ovárico prematuro, mujeres que con 30 años se han quedado sin reglas o han pasado un linfoma y están en pleno proceso de quimioterapia y no te das cuenta, pero se encuentran fatal...
Yo tenía una idea de ser madre en el contexto de una familia, respeto profundamente a las mujeres que lo hacen en solitario con técnicas de reproducción asistida, pero mi idea era esa. Vengo de una época en la que preservar la fertilidad era ciencia ficción. Y me enfrentaba a algo donde querer ser madre a los 44 suponía una serie de cosas que, por mi situación, no era lo que yo quería hacer. Aparte, tener un hijo y querer ser madre, es que luego tienes un ser vivo, que depende de ti, al que tienes que dedicar toda tu energía y que creo que tienes que ser muy responsable a la hora de tomar la decisión. Porque es así, no podemos todo. Entonces a mí, lo que me tranquilizó fue ver que a lo que había dedicado toda mi vida, mi profesión, seguía emocionándome de la misma manera que lo había hecho siempre. Si llego a ir a la sala de partos y encima después de toda mi dedicación, renuncio a la maternidad por entregarme a una pasión y encima esa pasión no la hubiera podido vivir de la misma manera, eso para mí hubiera sido… Me ayudó, me dejó muy en paz ver que puedo dedicarme en cuerpo y alma a lo que a mí me llena.
Vengo de una época en la que preservar la fertilidad era ciencia ficción.
Hace unos años, un experto en sexo tántrico defendía la posibilidad de parir entre orgasmos, pero como experta ¿crees que hay espacio para el placer sexual en un momento como es el parto?
Yo he visto a mujeres llegar a tener un orgasmo en el momento de la expulsión de la cabeza, y me lo han comentado como tal, lo han vivido así, pero no son la mayoría. Piensa que con la epidural algunas de esas terminaciones nerviosas pueden estar dormidas. Los partos normalmente se hacen con anestesia con lo cual la zona no la tienes del todo despierta. Eso de masturbarte en un parto, siendo muy realista y llevando 26 años asistiendo partos, la mayor parte de las mujeres no sienten esa zona, tienen sensación de presión, pero no tienen las terminaciones nerviosas. Es verdad que mujeres que no han llegado a la anestesia o segundos o terceros partos que han ido muy rápido y han parido rápido, sí que describen una sensación muy parecida al orgasmo. Ahora, aunar masturbación con el parto es un tema que se me antoja difícil porque la mayor parte de mujeres, sobre todo primerizas, llevan una epidural. En un parto sin anestesia probablemente si te pudieras masturbar sí que te aliviaría, pero no es algo que veamos habitualmente por el tema de la epidural.
Si ese señor tiene que aguantar 8 o 10 horas dilatando, lo último en lo que está pensando es voy a ver si me masturbo, a ver si se me pasa. El dolor del parto es muy intenso. Lo que normalmente les pasa es que tienen un crush con el anestesista, el momento de la mujer suele ser cuando entra un anestesista y les pone la epidural, porque cambia radicalmente. Primero que relaja mucho los tejidos y facilita el parto, pero sobre todo porque les permite un confort, vuelven a estar conectadas con la pareja, les permites descansar 20 minutos, cerrar los ojos, hacer un poco de reset...
La mujer lo que está pensando es quítenme este dolor. Pero sí que es verdad que hay mujeres que describen que en el momento de cuando corona la cabeza, al rozar el clítoris tiene sentido, que se asemeja. Yo creo que la felicidad es tan abrumadora, se tienen que juntar tantas cosas ahí. Además, normalmente se quedan en absoluto shock, yo ya les doy un abrazo sabiendo que mi paciente está flotando en el planeta marte, ya no se entera de nada y normalmente hablo más con los padres. Y siempre hago la misma broma: mañana cuando aterrices, si es que has aterrizado, ya hablaremos. El momento que tú pones el bebe rosa encima de una mami, piel con piel, y ella está oliéndole por primera vez, mirándole por primera vez, eso es lo más bonito que puedes presenciar en tu vida.
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