Me han detectado un cistocele en la menopausia: ¿qué es,por qué se produce y cómo puede mejorar?
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Las disfunciones de suelo pélvico se convierten una vez llegada la menopausia en uno de los primeros motivos de consulta ginecológica en España. La mujeres de mediana edad empiezan a experimentar las consecuencias de la ausencia de la menstruación y buscan en los profesionales soluciones a problemas que impactan significativamente en su vida según los estudios. Debilidad pélvica, sequedad vaginal, atrofia y pérdidas de orina e incluso los prolapsos se convierten en las principales molestias a partir de los 50 años. En esta ocasión vamos a tratar una de las condiciones más severas que puede presentar una mujer tras la menopausia: el cistocele.

Un cistocele, conocido también como prolapso vaginal anterior o prolapso de vejiga es un condición médica que se produce cuando la vejiga cae de su posición y empuja la vagina hacia el exterior, según apunta Mayo Clinic.
Los síntomas más comunes que también recogen desde el portal médico son los de sensación de pesadez o presión pélvica, más severa si toses o te agachas. Sin embargo, también es posible notarse y verse un bulto en el tejido vaginal o tener dificultad para orinar, como el vaciado incompleto de vejiga, la pérdida de orina o tener un chorro de orina intermitente.

Que los órganos abdominales y pélvicos como los intestinos, la vejiga o el útero se mantengan en su sitio depende en gran parte de los músculos, ligamentos y otros tejidos conectivos, que en su conjunto se denominan suelo pélvico. Si este se debilita, la sujeción empieza a soltarse, cayendo los órganos por su propio peso y ejerciendo así una presión en la zona íntima de las mujeres.
Aunque el paso del tiempo es una de las causas de este debilitamiento, los músculos pélvicos también pueden perder su tono muscular debido traumatismos o esfuerzos muy prolongados. Uno de los ejemplos más claros sería el parto vaginal, pero también la obesidad, el esfuerzo en las defecaciones (sobre todo en mujeres con estreñimiento) o la tos crónica.
Tal y como apuntan desde el Instituto Nacional de la Salud de Estados Unidos, los profesionales clasifican a un cistocele en grados según el nivel de afectación.
- Grado 1: es la forma más leve, no necesita intervención quirúrgica.
- Grado 2: el problema tiende a ser más moderado, ya que el descenso ya llega a la apertura vaginal.
- Grado 3: es la situación grave, ya que la vejiga y/o pared vaginal salen al exterior del cuerpo.

Depende del grado que presente la mujer, el cistocele puede ser tratado de diferentes formas. En los casos más severos y siempre que las condiciones de salud o preferencias personales lo permitan, los profesionales recomiendan pasar por un tratamiento quirúrgico.
Sin embargo, en aquellos caso en los que el problema llegue a ser asintomático o muy leve, es mejor que las mujeres no pasen por proceso quirúrgico que, como en cualquier otra operación, puede tener otras complicaciones, como la mala cicatrización. Por ello, los tratamientos fisioterapéuticos podrían ser la solución (y también la prevención).
Los conocidos ejercicios de Kegel ayudan a fortalecer el suelo pélvico, por lo que tener un tono muscular óptimo hará que los órganos estén bien sujetos. También hay mujeres que prefieren utilizar un pesario vaginal para sostener así las paredes de la cavidad y evitar la caída de la vejiga. Los ejercicios de pilates terapéutico enfocados al suelo pélvico, como los hipopresivos o los puentes de glúteo, contribuyen, además, a mantener una zona más amplia fortalecida.
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