¿Por qué Oaxaca es el corazón cultural de México?
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Me contó mi xtawa’ que por los caminos de los pueblos que habitan sus naciones originarias se perciben susurros y voces que asemejan catedrales y campanarios en lengua natura. Es un universo lingüístico de México para el mundo.
En diferentes épocas de la vida del México prehispánico, las y los habitantes de Monte Albán, Yagul, Dainzú, Lambityeco, Guiengola, Monte Negro, Atzompa, Huijazoo, el Mogote y otros pueblos, sentaron las bases de lo que hoy es Oaxaca. Capitales donde vivían y viven hijas e hijos de las montañas, los ríos, el mar y la lluvia; de los jaguares, las nutrias y las nubes.
Las y los oaxaqueños, en las celebraciones de sus fiestas titulares son capaces de medir la alegría con los vigorosos desplantes de sus danzas. Con Jarabes, sones y chilenas, todo es atractivo. Sonidos convertidos en piezas musicales que se consagran en la memoria oaxaqueña.
Oaxaca es un concierto sinfónico. Un zénit de placeres. Aquí todo se cuenta a detalle cuando hurgamos en su milenaria historia para reproducir artísticamente el pasado, lleno de formas resplandecientes que exigen escribir mejor su nombre con medio machete adentro (ingesta de varias copas de mezcal). “… No es el mezcal, es Oaxaca”, escribió Malcolm Lowry.
Sus actividades identitarias reproducen la continuidad de la relación entre la tierra y los seres humanos. La comunalidad de sus pueblos se opone a la individualidad. Son en el vecindario mundial de este siglo XXI las mejores expresiones de resistencia contra el capitalismo salvaje. Somos visiones civilizatorias alternativas.
¿Por qué Oaxaca es el corazón cultural de México? porque en esta tierra las manos de sus ancestros convirtieron al Teocintle en maíz. Porque las culturas de sus pueblos originarios son manifestaciones maravillosas de la diversidad humana que anteceden y sostienen al conocimiento; en esencia, una actitud de las libertades del espíritu.
Con los esfuerzos del gobierno de la Primavera Oaxaqueña, consolidaremos al Estado, además de ser corazón cultural de México; también, el corazón identitario de nuestro país.
sdpnoticias