‘Nepo babies’: ¿talento heredado o privilegio viral?

Margaret Qualley, Ángela Aguilar, Patrick Schwarzenegger, Lily-Rose Depp… ¿qué tienen en común estas y otras jóvenes estrellas, más allá de la fama? La respuesta es sencilla: un linaje. Porque los hijos de los famosos están dando de qué hablar.
En el agitado firmamento de los famosos hay una etiqueta que rodea a algunas estrellas: ‘nepo baby’. ¿Les suena? Se trata de aquellos hijos de celebridades que siguen los pasos de sus progenitores en carreras públicas y artísticas.
¿Y de dónde viene el término? Lejos de ser un fenómeno nuevo, el nepotismo (del latín nepos, sobrino o nieto) ha existido desde siempre. Pero el debate en redes sociales ha popularizado el concepto de ‘nepo baby’ como una tendencia sobre la cual discutir tanto en internet como en los medios.
Porque, además de reconocer un apellido famoso, la reflexión sobre si esta conexión facilita o no un camino que para otros es muy difícil de seguir está de actualidad. Y, aunque las estrellas que a su vez descienden de otras celebridades no son algo nuevo, hay muchos ejemplos contemporáneos que se han viralizado en plena era digital.

Kaia Gerber, hija de Cindy Crawford, deslumbra en las pasarelas internacionales con su estilo. Foto:EFE
En el mundo del espectáculo encontramos nombres como Margaret Qualley, una de las actrices revelación del 2024 gracias a su papel en The Substance. Además de talentosa, Margaret es hija de la actriz y modelo Andie MacDowell. Sin embargo, su despliegue interpretativo en la película no da lugar a dudas sobre su meritocracia.
Similar es el caso de Lily-Rose Depp, hija de Johnny Depp y Vanessa Paradis, quien compagina su carrera de actriz con la de modelo, y cuyo trabajo en Nosferatu, la adaptación del gran clásico de terror, ha sido alabado por la crítica más allá de su apellido y linaje.
De actualidad es también el nombre de Patrick Schwarzenegger, el hijo menor del legendario actor y exgobernador de California, Arnold Schwarzenegger, cuyo papel en la tercera temporada de The White Lotus ha dado mucho de qué hablar.
A su vez, Maya Hawke, hija de los actores Ethan Hawke y Uma Thurman, también ha destacado, aunque hace ya un par de años por su papel en la exitosa serie Stranger Things.
En la misma línea, Emma Roberts, hija del actor Eric Roberts y sobrina de la mismísima Julia Roberts, lleva años de carrera y es conocida especialmente por su participación en American Horror Story.
Otros nombres dentro de este contexto incluyen a Zoë Kravitz (hija de Lenny Kravitz y Lisa Bonet), Dakota Johnson (hija de Don Johnson y Melanie Griffith), Jaden y Willow Smith (hijos de Will Smith y Jada Pinkett Smith), Jack Quaid (hijo de los actores Meg Ryan y Dennis Quaid), o incluso la mismísima Ángela Aguilar, hija de Pepe Aguilar.
De la moda a la reflexiónEl mundo de la moda es otro en el que destacan varios ‘nepo babies’. Kaia Gerber, hija de la supermodelo Cindy Crawford, parece haber heredado no solo la belleza de su madre, sino un buen puente hacia las pasarelas.
Y hay más casos, como los de Leni Klum, hija de la supermodelo Heidi Klum; Lila Moss, hija de Kate Moss; Iris Law, hija de los actores Jude Law y Sadie Frost; o Lourdes Leon, hija de Madonna.
Visto así, está claro que muchos jóvenes artistas parecen haber heredado el talento de sus padres. Pero, a pesar de sus innegables aptitudes, los más críticos señalan que estas promesas del cine, la música o la moda cuentan con el privilegio de una puerta abierta.
Y es que nacen y crecen en el corazón de la fama, lo que ya desde niños les da la oportunidad de observar, aprender y formarse con sus propios padres. Es por eso por lo que la etiqueta ‘nepo baby’ no está exenta de polémica, rodeada por el velo de la reflexión acerca de cuestiones como la meritocracia, la igualdad de oportunidades o el peso de las élites.

Ángela Aguilar, hija de Pepe Aguilar, es uno de los ejemplos del "nepo baby". Foto:EFE
Ahora bien, cabe aclarar que no todos los hijos de los famosos han aprovechado su apellido para forjar su futuro, sino que, por el contrario, decidieron formar su vida lejos de la fama.
Algunos de estos casos son el de Sam Springsteen, hijo menor de Bruce Springsteen y de la cantante Patti Scialfa, quien es bombero en Nueva Jersey desde 2020, lejos del mundo artístico en el que crecieron sus hermanos.
Otro ejemplo es Ben Ford, hijo mayor de Harrison Ford y la ilustradora Mary Marquardt. Cambió el béisbol por la cocina y hoy es un chef reconocido, con su propio restaurante, Ford’s Filling Station, en Los Ángeles.
También está Leslie Bogart, hija de Humphrey Bogart y Lauren Bacall. Trabajó como enfermera e instructora de yoga. Está casada con Erich Schiffmann y lleva una vida privada y tranquila.
Por su parte, Ramona Sarsgaard, hija de Maggie Gyllenhaal y Peter Sarsgaard, y sobrina de Jake Gyllenhaal, de 18 años, ha optado por el periodismo en lugar de seguir la carrera actoral. Estudia en la Universidad de Columbia.
La conversación sobre los ‘nepo babies’ también ha tocado a figuras como la cantante y actriz mexicana Susana Zabaleta, quien recientemente generó debate en redes sociales tras viralizarse un video en TikTok en el que reflexionaba sobre el tema.
Allí destacó que sus propios hijos han decidido construir sus carreras sin aprovechar el peso de su apellido:
“Elizabetha odia ser ‘nepo baby’. Mi hijo Matías canta, pero lo hace en el metro, en universidades, donde se puede. No nació de un programa de Televisa, él salió desde abajo”, afirmó la artista.
Zabaleta añadió que, de haber tenido ella padres famosos, seguramente sí habría aprovechado esa ventaja. Por eso, dice admirar profundamente la decisión de sus hijos:
“Yo admiro mucho a mis hijos porque, si yo hubiera tenido un papá famoso, lo primero que hubiera hecho es pedir ayuda. Ellos no son ‘nepo babies’, quieren empezar desde abajo y los admiro tanto por eso”, concluyó.
Sin embargo, son muchos los que defienden a los artistas asociados a este término, señalando la calidad de sus trabajos como algo para admirar al margen de sus orígenes familiares: si gustan al público, es porque tienen lo necesario para llegar a lo más alto.
Porque, más allá de si hay o no justicia en contar con la ventaja de un linaje, la cuestión que más se debate en cada caso de una de estas estrellas es si tienen o no talento como para merecerse un lugar propio al margen de su apellido. Y, al final, como todo, esa es una cuestión que solo con el tiempo (y a través del público) tendrá su respuesta.
Con información de la Redacción Domingo de EL TIEMPO
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