Así es la prueba casera de 1 minuto que podría alertarlo sobre una afección cardíaca mortal, según un médico

El Dr. Joe Whittington, médico de emergencias en California, compartió en redes sociales una prueba casera de un minuto que, según él, puede ayudar a identificar el riesgo de padecer un aneurisma aórtico. En un video publicado en TikTok, que ha superado las 335.000 visualizaciones, explicó cómo realizar la llamada “prueba del pulgar-palma”, una técnica simple que podría ofrecer una pista sobre la salud del tejido conectivo y de las arterias.

La prueba consiste en extender el pulgar lo más que se pueda hacia el lado opuesto de la mano. Si el pulgar sobrepasa el borde de la palma y se curva más allá de la muñeca, el resultado se considera positivo. Según el Dr. Whittington, este signo puede indicar que los tejidos conectivos de una persona son excesivamente elásticos, lo que podría implicar una mayor propensión a sufrir problemas en las paredes de las arterias, incluyendo la aorta.

Un aneurisma aórtico es una dilatación anormal de la aorta, la principal arteria del cuerpo humano. Esta afección puede ocurrir en el abdomen o el tórax, y en muchos casos no presenta síntomas hasta que alcanza un tamaño considerable o se produce una complicación. Una ruptura de la aorta puede causar una hemorragia interna grave y requerir cirugía de emergencia para salvar la vida del paciente.

Los síntomas de un aneurisma aórtico dependen de su ubicación. Si se encuentra en el abdomen, puede generar dolor persistente en la zona abdominal o en la espalda, así como una sensación pulsátil cerca del ombligo. En el caso de aneurismas torácicos, los pacientes pueden experimentar dolor en el pecho o espalda, ronquera, tos, dificultad para tragar o falta de aire. En situaciones graves, como una ruptura, los síntomas aparecen repentinamente con dolor intenso, desmayos y presión arterial baja.

El médico mencionó un estudio publicado en 2021 por el American Journal of Cardiology, el cual examinó a 305 pacientes sometidos a cirugía cardíaca. Los resultados mostraron que el 60 % de las personas con aneurismas aórticos conocidos dieron positivo en la prueba del pulgar-palma. Aunque no se trata de una herramienta diagnóstica concluyente, puede servir como un indicio útil en la evaluación inicial del riesgo cardiovascular.

El Dr. Whittington advirtió que una prueba positiva no debe generar alarma inmediata, pero sí motivar una consulta médica. Existen más de 200 trastornos que afectan el tejido conectivo, algunos de los cuales están relacionados directamente con el riesgo de aneurismas. Entre ellos se destacan tres condiciones genéticas: el síndrome de Marfan, el síndrome de Ehlers-Danlos (EDS) y el síndrome de Loeys-Dietz.

El síndrome de Marfan es un trastorno genético que compromete el tejido conectivo que da soporte a huesos, músculos, órganos y vasos sanguíneos. Las personas con esta condición suelen tener extremidades largas y articulaciones flexibles. Por su parte, el EDS incluye varios subtipos que afectan la piel, las articulaciones y los vasos sanguíneos. El síndrome de Loeys-Dietz, menos común, se manifiesta principalmente en los vasos sanguíneos y puede causar agrandamiento de la aorta.

Las causas exactas de los aneurismas aórticos no siempre son claras, pero se han identificado varios factores de riesgo clave. Entre ellos, la ateroesclerosis (acumulación de placa en las arterias), la hipertensión arterial y el consumo de tabaco son los más relevantes. De estos, el tabaquismo es considerado el factor de riesgo modificable más importante, ya que debilita las paredes de las arterias y acelera el desarrollo de aneurismas.

Debido a que muchos aneurismas aórticos no presentan síntomas evidentes, la detección temprana puede ser vital. Herramientas simples como la prueba del pulgar-palma pueden ayudar a identificar a personas que podrían requerir una evaluación médica más detallada, especialmente si hay antecedentes familiares o factores de riesgo asociados.

El Dr. Whittington enfatizó que un resultado positivo en esta prueba no significa que una persona tenga un aneurisma, pero sí debe ser considerado como una señal para hablar con un profesional de la salud. Una evaluación oportuna puede ayudar a diagnosticar trastornos del tejido conectivo y prevenir complicaciones graves mediante el seguimiento adecuado.