Fotos inéditas de Minujín, Siquier, Clorindo, Macció entre otros, en una muestra sorprendente

Un suizo llegó a Buenos Aires hace 30 años y sin saberlo dejó un registro íntimo y particular de la escena artística de los 90, donde se mezclan retratos de artistas modernos en sus últimos años de vida con los entonces emergentes, personajes que tres décadas después se encuentran entre los más cotizados.
Gian Paolo Minelli, fotógrafo suizo, nació en Ginebra, pero su español tiene el acento del cantón italiano de Suiza. Hoy dirige la Casa Suiza de La Boca, un espacio para residencias de artistas, y acaba de inaugurar Archivo 1995. Buenos Aires, encuentro con 30 artistas en la Fundación Larivière. Se trata de un trabajo para el que recuperó su archivo, retratos de artistas en sus talleres y en lugares que ellos eligieron, donde posaron a pedido del fotógrafo durante tres minutos, en un acto que hoy es leído como una pequeña performance.
Entre los retratados se encuentran Pablo Suárez, Marta Minujín, Pablo Siquier, Marcelo Pombo y Miguel Harte, Clorindo Testa, Rómulo Macció, Luis Welles, Nicolás García Uriburu, y una larga lista de consagrados.
Clorindo Testa, Margarita Paksa y fotografia Gian Paolo Minelli, Marcia Schwartz, fotografias de Gian Paolo Minelli. Foto: gentileza Fundación Larivière.
Minelli conoció a la curadora y gestora Laura Buccellato, quien fue la que colaboró hace tres décadas brindándole los teléfonos de los artistas y acogiéndolo en el Instituto el Instituto de Cooperación Iberoamericana de España que ella subdirigía. Además, le recomendó que antes de visitarlos estudiara sus carreras. El objetivo: hacer un libro con sus fotos y los textos de la curadora.
“Elegimos 50 artistas, después el libro alcanzó para 30, y él también anotaba, conocía al artista y anotaba su historia, veía, se dirigía al taller, paseaba por la ciudad, conocía los lugares, o sea, los artistas eran sus cicerones para conocer distintos territorios”, recuerda Buccellato.
Rosana Fuertes fotografia de Gian Paolo Minelli. Foto: gentileza Fundación Larivière.
Minelli consiguió, incluso siendo un desconocido en aquel entonces, la confianza de personalidades como Rómulo Maccio, Clorindo Testa, Raúl Lozza, Nicolás García Uriburu y Jorge Gumier Maier.
Primero le abrieron las puertas de sus talleres para ser fotografiados allí. Luego aceptaron una segunda propuesta del suizo: elegir un lugar de la ciudad, acudir allí de noche y posar durante tres minutos para su lente. Todos, menos Marta Minujín que no pudo con la ansiedad - “Comprate una mejor cámara”, le grito a Minelli cuando intentó soportar tres minutos sin moverse – se prestaron al experimento.
“Comprate una mejor cámara”, le grito Marta Minujín a Minelli cuando intentó soportar tres minutos sin moverse.
“Tuve la oportunidad de volver a mirar y poner a la luz un material que quedó guardado. Entonces, durante casi un año trabajé con un asistente y traje todo el material acá, porque estaba en Suiza, todos los negativos. Todo este material es el negativo de 6 x 4 centímetros. Fuimos digitalizando todo el material y aquí la idea era mostrar la riqueza de esos momentos”, comenta Minelli sobre la exposición que acaba de inaugurar en Larivière.
Juan Carlos Distefano fotografia de Gian Paolo Minelli. Foto: gentileza Fundación Larivière.
Entre los que se prestaron para posar bajo el método de exposición larga, Minelli recuerda algunas historias. Oscar Bony, de quien terminó siendo amigo, atravesaba sus primerísimas épocas de obras baleadas. Junto a Minelli pidieron permiso para tomar las fotografías entre los restos de la AMIA, donde las paredes agujereadas hacen sentido con los trabajos del artista.
Algo parecido le pasó con Víctor Grippo, que le pidió ir hasta Puerto Madero, en aquel entonces un lugar considerado como los márgenes de un puerto. Pidió posar al lado de lo que era un comedor popular, en línea con sus obras que mezclan alimentos, alquimia y la mesa familiar.
Pablo Siquier fotografia de Gian Paolo Minelli. Foto: gentileza Fundación Larivière.
Clorindo Testa quiso quedarse cerca de su casa: le propuso al fotógrafo posar en la estación de subte debajo de su taller, en la intersección de avenida Callao y Santa Fe. Jorge Gumier Maier eligió la estación de trenes de Retiro, a donde solía acudir para estudiar la ornamentación en hierro que decoraba los andenes, cuyas curvas y espirales luego tomó de inspiración para sus obras.
"Yo estaba haciendo esto que era un encuentro casual, nocturno, en la ciudad, donde para mí era muy importante la exposición larga. Es decir, cámara de placa, trípode. Es decir, era importante esa presencia por varios minutos de la persona delante de la cámara. Entonces fueron, como dicen ahora, como una performance nocturna, íntima, porque estaba la cámara, yo y el artista”, recuerda el fotógrafo.
Marta Minujin fotografia de Gian Paolo Minelli. Foto: gentileza Fundación Larivière.
La gran mayoría de ese material permaneció inédito hasta hoy. Algunas de las fotografías de la serie las compró el coleccionista Eduardo Tedesco; el resto quedó guardado en el archivo de Minelli en Suiza. Cuando Larivieré le propuso hace dos años hacer una muestra fue en busca de los contactos que había guardado.
Ese material volvió a ver la luz y fue resignificado como material de archivo e investigación al mostrar la vida íntima de los artistas, sus obras que aparecen de fondo o momentos particulares de sus carreras que, como en el caso de las fotos de Oscar Bony son indicios tempranos de la serie de obras con vidrios baleados.
Victor Grippo fotografia de Gian Paolo Minelli. Foto: gentileza Fundación Larivière.
“En su momento, cuando yo lo realizo, todos los artistas estaban activos, produciendo. Cuando hago la exposición en el 97 también producían, tenían muy buena salud. Lastimosamente, hoy 18 ya no están con nosotros. Entonces, este material también se transforma en un documento, en un material de estudio, un material de información”, sostiene.
Cuando oficia de gestor, Minelli prefiere diseñar muestras con pocas obras exhibidas. Ese principio era difícil de trasladar para esta exhibición. Resolvió esa disyuntiva mostrando las fotografías con el formato de contacto, pero en tamaño mediano. Esa decisión de montaje le permite exhibir una gran cantidad de obras sin apabullar al espectador.
Las fotografías del suizo cuelgan, una al lado de la otra, o formando conjuntos como cuadros de doble entrada. También las colocó sobre vitrinas para que el espectador imite la pose del fotógrafo cuando observa sus miniaturas en el estudio.
Archivo 1995. Buenos Aires, encuentro con 30 artistas de Gian Paolo Minelli, en Fundación Larivière (Caboto 564), de jueves a domingo de 12 a 19. Hasta el 11 de octubre.
Clarin