Sal y fuego: el artista Guillermo Fornes bucea en la tensión entre dos fuerzas opuestas
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Desde la antigüedad, la sal ha sido valorada por su capacidad para conservar, purificar y dar sabor. El fuego, por su parte, representa desde tiempos inmemorables la energía transformadora, la fuerza vital, la capacidad depuradora. En algunas culturas, la combinación de la sal y el fuego se considera ritualmente muy poderosa.
Esa es la idea que late detrás de Lasal, el nuevo (e impresionante) proyecto del artista Guillermo Fornes que, hasta el próximo 26 de octubre, se materializa en La Lonja del Pescado de la ciudad de Alicante. El proyecto, que ha sido comisariado por Rafel Sierra, parte conceptualmente de una acción Land Art realizada por Fornes en el Parque natural de las Salinas de Ibiza, en las montañas de sal de Salinera Española, y se materializa en La Lonja del Pescado de Alicante a través de cuatro vídeos que recogen esa acción, una instalación compuesta por ocho mesas que simulan piscinas de salinas y 22 lienzos de gran formato. Además, el proyecto se completa con un libro de autor de edición limitada.
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“Lasal une lo terrenal con el fuego y el agua y expresa uno de los conceptos más antiguos del universo: la dualidad. ‘Lasal refleja las dos fuerzas opuestas de la naturaleza’, explica Guillermo Fornes, quien a través de este proyecto reflexiona sobre la esencia de la naturaleza y su dimensión social y económica, a través de la ancestral gestión sostenible de las salinas.
El trabajo de Fornes viene a cuestionar la relación de las ciencias y de la economía con nuestro ecosistema de vida. El artista parece decirnos que se ha perdido la medida humana del consumo como alma de crecimiento de la civilización: ya no son los humanos quienes controlan lo necesario para vivir digna y humanamente, sino toda una selva de algoritmos cada vez más incomprensibles e impenetrables.
Pero el proyecto Lasal de Fornes tiene múltiples lecturas, y también se puede interpretar como una denuncia de la convulsión climática que vivimos, y a su vez se traduce en convulsión social y cultural.
Guillermo Fornes lleva ya una década reflexionando sobre todos estos conceptos que plantea Lasal. Ya lo hizo por ejemplo Geria, un proyecto realizado en Lanzarote, sobre las laderas del Timanfaya, y que establecía una reflexión sobre la fuerza creadora del fuego. La obra que Fornes ha desarrollado en los últimos años parte de acciones de Land Art efímeras para, a partir de ahí, crear obras plásticas que sostienen su discurso de reflexión y proceso creativo, y que permiten al espectador vivir una experiencia estética única al interaccionar con objetos, lugares y paisajes.
El Confidencial