Un grupo de científicos afirma haber descubierto un sistema hidráulico que estuvo activo más de cuatro siglos
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En Arlés, una ciudad francesa y antigua provincia romana de la Galia, han encontrado unos bloques de piedra cubiertos de depósitos minerales que han retirado del techo derrumbado de unas termas romanas.
Este hallazgo ha abierto la posibilidad de que fuera un sistema hidráulico que hubiese estado activo durante más de 400 años. Sobre este funcionamiento no se había ni escrito nunca pero se ha sabido por las costras de carbonato que se acumuló en las paredes internas de los canales.
El acueducto de Arlés es una de las infraestructuras romanas más complejas y, además, con este estudio publicado en la revista Geoarchaeology, se cree que tenía una herramienta innovadora.
Los investigadores usaron depósitos de carbonato formados por el paso continuo del agua como un archivo geológico y gracias a ello se ha podido reconstruir su evolución en detalle. Estos depósitos permiten saber los momentos de limpieza, cambios en el caudal o sustituciones de tramos.
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Pero los depósitos de carbonato están contaminados con arcilla, no pudieron ser datados con métodos tradicionales como el radiocarbono. Por lo que el equipo hizo análisis de isótopos estables de oxígeno y carbono, que reflejan variaciones anuales vinculadas a la temperatura del agua, el tipo de fuente o incluso el tiempo de residencia del agua en los canales.
“Esto nos permitió identificar las mismas capas anuales en los carbonatos y así determinar sus períodos relativos de deposición y, por tanto, la cronología histórica de las modificaciones realizadas al sistema de agua de Arlés”, aseguran los científicos.
En los restos del techo de la sala caliente de las Termas de Constantino en Arlés, los investigadores encontraron fragmentos reutilizados de los depósitos del acueducto. El análisis mostró que estos fragmentos provenían de secciones que habían sido limpiadas y reacondicionadas. Con ello se sabe que el acueducto no solo estaba operativo en el siglo IV, sino que había sido restaurado para abastecer nuevas construcciones públicas.
El sistema hidráulico de Arlés tenía la capacidad para cruzar el río Ródano mediante un sifón invertido de plomo, un tubo que transportaba el agua por debajo del cauce, un dato que no se sabía sobre la dirección en la que fluía el agua por estas canalizaciones subfluviales.
Se analizó los carbonatos de dentro de los tubos de plomo y salió que estos llevaban agua desde Arlés hasta el barrio de Trinquetaille, al otro lado del río. Por lo que el sifón invertido llevaba el agua del acueducto hacía más allá del Ródano y no solo traía el agua a Arlés. Esto significa que el sistema hidráulico estaba planificado y se adaptaba al crecimiento de la ciudad y a la demanda de agua.
El Confidencial