Consecuencias positivas y negativas de dormir sin cenar

Dormir sin haber ingerido alimentos durante varias horas es una práctica común, ya sea por falta de apetito, rutina, ayuno intermitente o simplemente por un día agitado. Sin embargo, esta costumbre puede tener efectos concretos en el organismo, tanto positivos como negativos, dependiendo del estado de salud y los hábitos de cada persona.
¿Qué sucede en el cuerpo cuando dormimos sin cenar?El organismo necesita energía durante el sueño para llevar a cabo funciones vitales como la reparación celular, la regulación hormonal y la consolidación de la memoria. Al no recibir alimento por un período prolongado, el cuerpo recurre a sus reservas energéticas, principalmente glucógeno almacenado en el hígado y, posteriormente, grasa corporal. Esta respuesta es normal, pero puede generar ciertos efectos secundarios.
LEE: Descubre los "riesgos" de consumir Aspirina según expertos Posibles efectos negativos- Alteraciones en la calidad del sueño: Dormir con el estómago completamente vacío puede dificultar la conciliación del sueño o provocar despertares nocturnos. El hambre activa la producción de grelina, una hormona que estimula el apetito, lo que puede mantener al cerebro en estado de alerta y dificultar el descanso profundo.
- Irritabilidad y fatiga al despertar: La falta de glucosa puede provocar niveles bajos de azúcar en sangre (hipoglucemia), lo que se traduce en cansancio, mareos o cambios de humor al día siguiente.
- Pérdida de masa muscular: En ayunos prolongados y frecuentes, el cuerpo no solo utiliza grasa como fuente de energía, sino también proteínas musculares. Esto puede afectar negativamente a personas que buscan mantener o aumentar su masa muscular.
- Aumento del apetito al día siguiente: No cenar podría desencadenar una mayor sensación de hambre al despertar, lo que en algunos casos lleva a comer en exceso o elegir alimentos poco saludables en el desayuno.
En ciertos contextos controlados, no cenar puede tener efectos positivos. Por ejemplo:
- Facilita la digestión: Ir a la cama sin una comida pesada mejora el descanso al evitar molestias como reflujo o hinchazón.
- Puede apoyar la pérdida de peso: Algunos estudios sobre ayuno intermitente muestran que restringir la ingesta calórica durante determinadas horas del día puede contribuir a una reducción del peso corporal, siempre que se mantenga una alimentación equilibrada.
- Regula la sensibilidad a la insulina: En personas con resistencia a la insulina, evitar comidas nocturnas podría ayudar a mejorar el control de la glucosa, aunque siempre debe hacerse bajo supervisión médica.
La mayoría de los especialistas coincide en que la clave no está en si se cena o no, sino en qué se come y cuándo. Una cena ligera, compuesta por alimentos de fácil digestión, puede ofrecer beneficios sin interferir con el sueño. En cambio, saltarse la cena ocasionalmente no representa un gran riesgo para personas sanas, pero no se recomienda como hábito constante sin orientación profesional.
El Dr. Michael Breus, psicólogo clínico y especialista en sueño, señala que “ir a la cama con hambre puede ser tan perjudicial para el sueño como hacerlo después de una cena copiosa”. Lo ideal, según afirma, es encontrar un punto medio que permita dormir cómodamente sin sentirse lleno ni vacío.
LEE: ¿Qué tan saludable es comer el pan de caja?Dormir con el estómago vacío no es necesariamente dañino, pero puede afectar la calidad del sueño, el estado de ánimo y el metabolismo si se convierte en una práctica habitual sin control. Escuchar las señales del cuerpo y mantener una alimentación balanceada durante el día es clave para garantizar un descanso reparador y una buena salud general.
Antes de adoptar hábitos como ayunar por la noche o eliminar la cena, lo más recomendable es consultar con un profesional de la salud o un nutricionista que pueda orientar según las necesidades individuales.
BB
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