Marta Verona, nutricionista, avisa: "Para proteger nuestra piel, tenemos que comer antioxidantes"
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En plena temporada de sol y calor, cuidar la piel desde dentro es otra de las medidas preventivas que se deben sumar a la crema solar. Si queremos evitar acelerar el envejecimiento, la alimentación juega un papel clave en la protección celular frente al daño oxidativo. Así lo ha explicado la nutricionista y cocinera Marta Verona, que ha puesto el foco en los antioxidantes.
“Llega el calor, nos exponemos al sol y nuestras células se oxidan. Tienen estrés celular”, comenta Verona en uno de sus vídeos de Instagram. El problema es que ese “estrés celular” genera radicales libres, unas moléculas inestables que pueden dañar nuestras células, acelerar el envejecimiento e incluso aumentar el riesgo de enfermedades crónicas. “Los antioxidantes son como los basureros de nuestro cuerpo. Nuestras células generan radicales libres, imagináoslo como bolsas de basura, y los antioxidantes pasan como si fueran el camión de la basura, recogiéndolos todos”, explica. Así, "a nosotros nos dejan libres, desoxidados”.
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Como explica la Universidad de Harvard, los radicales libres son subproductos inevitables del metabolismo, pero también se generan con la exposición al humo, la contaminación o la luz solar. En exceso, causan lo que se conoce como estrés oxidativo, una condición que deteriora las células, altera el ADN y puede contribuir a enfermedades como la arteriosclerosis, el cáncer o la diabetes.
Por eso, la nutricionista avisa: "Para proteger nuestra piel, tenemos que comer antioxidantes". Por suerte, el cuerpo cuenta con mecanismos de defensa y, además, extrae de los alimentos compuestos antioxidantes que neutralizan esos radicales libres. Los antioxidantes actúan donando electrones a las moléculas inestables, estabilizándolas sin volverse dañinas. También ayudan en la reparación del ADN y el mantenimiento de la salud celular.
Dónde encontrar antioxidantesExisten cientos de sustancias antioxidantes, muchas de ellas presentes de forma natural en los alimentos. Las más conocidas son las vitaminas C y E, los carotenoides, el selenio, el zinc y diversos compuestos fenólicos como los flavonoides o las antocianinas. Según Harvard, una dieta rica en frutas, verduras, frutos secos, legumbres y especias es clave para mantener una buena defensa antioxidante.
Entre los alimentos más destacados están los cítricos, los pimientos, las bayas, el brócoli, las espinacas, el aguacate, los frutos secos, el té verde, el cacao puro y las legumbres como los garbanzos y las lentejas. También destacan las nueces (ricas en selenio), las semillas de girasol (ricas en vitamina E) y alimentos como la cebolla, el ajo o las uvas, por su contenido en quercetina y resveratrol.
Marta Verona insiste en la importancia de incluir vegetales crudos en la alimentación diaria. “De las dos raciones de verduras al día que hay que tomar, intenta que una sea en crudo”, sugiere. Esto se debe a que muchos antioxidantes, como la vitamina C o ciertos compuestos fenólicos, se deterioran con el calor, por lo que comer vegetales frescos permite conservar mejor sus propiedades.
El Confidencial