El rapero P. Diddy fue declarado inocente de tráfico sexual y conspiración, pero culpable de transportar personas con fines de prostitución.

El famoso rapero estadounidense enfrentó cinco cargos. Su abogado solicitó libertad condicional, pero le fue denegada. Se enfrenta a 20 años de prisión.

El magnate del hip-hop P. Diddy fue absuelto el miércoles 2 de julio de los cargos más graves que pesaban contra él: tráfico sexual y conspiración. Sin embargo, tras un juicio muy publicitado en Nueva York, EE. UU., fue declarado culpable de transportar personas con fines de prostitución. Estos delitos conllevan una pena máxima de veinte años de prisión.

Tras semanas de testimonios y acalorados debates, los 12 jurados comenzaron a deliberar el lunes. Llegaron a veredictos sobre cuatro de los cinco cargos el martes, antes de decidir sobre el cargo final el miércoles por la mañana.

" Escucharon, trabajaron juntos, estuvieron ahí todos los días, lloviera o hiciera sol. Lo hicieron sin otra recompensa que responder al llamado del servicio público. Eso debería darnos esperanza a todos", dijo el juez Arun Subramanian al jurado, que aún tendrá que decidir la sentencia del rapero.

Tras la decisión, su abogado, Marc Agnifilo, se comprometió a entregar su pasaporte y a pagar una fianza de un millón de dólares a cambio de su liberación hasta la sentencia. "Es evidente que representa un peligro (...). Podría estar intentando evadir la justicia. No respeta la ley", replicó la fiscal Maurene Comey, afirmando que el rapero merecía una larga pena de prisión a pesar de haber sido absuelto de importantes cargos. El juez decidió denegar la solicitud de la defensa.

Poco antes del fallo del jurado, P. Diddy, cuyo verdadero nombre es Sean Combs, oró en el tribunal mientras observaba a sus familiares presentes. "Dios, por favor, cuida de mi familia", dijo.

El artista, que ahora tiene 55 años, fue acusado de obligar a mujeres —incluida su entonces novia de 2007 a 2018, la cantante Cassie, y una exnovia más reciente que testificó bajo el seudónimo de "Jane"— a participar en maratones sexuales con prostitutos masculinos mientras él se masturbaba o grababa. También lo acusó de crear una red criminal, que él dirigía, para organizar estos maratones, conocidos como "freak-offs".