Jardines ingleses: descubriendo a entusiastas dispuestos a todo para perpetuar el patrimonio

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Se entra como en una catedral, de puntillas, para no despeinar el césped. Los jardines ingleses no son solo un pasatiempo , son una religión. Y quienes los mantienen son fieles, a veces un poco fanáticos. Desde su jubilación hace quince años, Jim Stockwell dedica de cinco a ocho horas diarias a su jardín. « Trabajar con plantas es muy relajante, despeja la mente », asegura.

Con su esposa Sue, ha transformado 4.000 metros cuadrados de terreno en un cuadro vivo: estanques, un huerto, parterres, al estilo del jardín inglés, que sugiere un desorden encantador pero hábilmente organizado. « Dimos esta forma al parterre para crear un sendero que serpentea por el jardín. El pequeño quiosco azul del fondo está diseñado para alejar la mirada y acentuar la perspectiva », explica. Incluso el color del agua se refleja. « Hay un tinte negro en el estanque para oscurecer el agua y así crear reflejos. Desde aquí, se puede ver el reflejo de los árboles en la superficie », añade.

Orgullosos de su trabajo, estos jubilados suelen abrir sus puertas a los visitantes. Jim los recibe con el entusiasmo de un guía turístico. « No nos lo esperábamos; solo pasábamos por allí y vimos un cartel, y lo que descubrimos aquí es simplemente increíble », comenta con entusiasmo un transeúnte. « Visito muchos jardines privados; algunos son comunes, pero este es realmente bonito », añade otro.

Su secreto: la floración escalonada, gracias a la cual los Stockwell rivalizan con los Windsor. « La familia real elige sus plantas en el Castillo de Balmoral para que los jardines luzcan magníficos en agosto para las vacaciones del Rey. Pero en otras épocas del año, es mucho más aburrido », dice el jardinero.

En Inglaterra, la jardinería es una disciplina sagrada. Cuenta con sus propios influencers en redes sociales, programas de televisión en horario de máxima audiencia, etc. Así que, para asegurarse de que el césped nunca sea más verde en otros lugares, algunos ingleses no dudan en volver a la escuela. Ese día, hay unos cuarenta de ellos, todos hombres, matriculados en una academia de jardinería muy seria.

Antes de la capacitación práctica, hay mucha teoría. Pero lo más destacado de la capacitación es probar las cortadoras de césped de carrete. Estos modelos permiten inclinar las hojas de césped para crear franjas hermosas en cada pasada.

Más que una pasión, el césped perfecto es un arte entre los ingleses, pero también una recompensa merecida, después de siglos pasados ​​bajo la lluvia.