Pollieu. La fiesta del horno, una tradición veraniega imprescindible en el pueblo.

Desde su llegada al pueblo en 1983, Jean-Marc siempre ha conocido esta tradición, organizada cada primer fin de semana de julio por el comité de fiestas.
500 habitaciones para 170 habitantesEn total, hay cuatro hornos en funcionamiento: dos públicos, uno de ellos en la aldea de Lezieu, y dos privados. Pueden hornear una variedad de creaciones culinarias: alrededor de 80 panes, pizzas, tartas de melocotón, albaricoque y manzana, además de brioches. ¡Un total de 500 piezas para 170 residentes!
"Ponemos el horno a calentar tres o cuatro días antes y luego lo recalentamos entre tandas con sarmientos, que tienen la ventaja de quemarse muy rápido", dice Jean-Marc. Con el paso de los años, aunque todos se aferran a esta tradición, se vuelve difícil organizarla, ya que se pierde la transmisión de conocimientos.
Le Progres