¡Cómo enseñar a tu hijo a aburrirse!

Pero aun así hay que dejar que se aburra... De hecho, puede ser tentador para un padre romper este aburrimiento, que con demasiada facilidad se considera un vacío, para estimularlo de nuevo. Así que, déjalo. Y si insiste, propón una actividad. Puedes empezarla con él y, discretamente, después de unos minutos, dejarlo solo. Continuará su juego, dibujando o coloreando, solo consigo mismo y con su imaginación. Sin dejarse guiar.

¡Sobre todo, nada de pantallas!

Solo, tu hijo tendrá más oportunidades de crear, de evadirse a través de sus pensamientos o incluso de hablar con amigos imaginarios. Esto, en definitiva, beneficia su autoestima. Así que aprende también a no ofrecerle constantemente actividades. Y, sobre todo, ¡no te dejes llevar por la opción fácil de las pantallas! Es simplemente una ocupación pasiva, lo cual contradice totalmente el reto de desarrollar la imaginación y la creatividad.

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