Contra los desiertos médicos: Médicos solidarios, la asociación que quiere curar las zonas rurales

La Dra. Clémentine Ariot se encuentra a mitad de su misión —tres días de seis— en Charenton-du-Cher (Cher), y aún no ha tenido tiempo de recorrer esta gran ciudad de mil habitantes. Las consultas se han realizado a un ritmo de unas veinte al día desde que atendió a los primeros pacientes el lunes 19 de mayo en el antiguo consultorio médico del pueblo, que el municipio ha reconvertido en centro de salud. Saldrá el sábado siguiente ( «ya...» , dice) para regresar a su lugar de consulta habitual, Gières (Isère), a cuatro horas en coche.
Primero, le habrá entregado las llaves de la consulta a su sucesor, un médico general como ella. Él hará lo mismo una semana después con otro médico… «Este cambio es tenso, pero también es estimulante sentirse involucrado en un proceso de acercamiento, de solidaridad con los pacientes», informa la médica de 38 años. «Este tipo de misión da sentido a nuestra profesión».
En el centro de salud multiprofesional donde trabaja habitualmente, a las afueras de Grenoble, trabajan juntos siete médicos de cabecera, además de un pediatra, un fisioterapeuta, una matrona, un logopeda, un podólogo y una enfermera. Son condiciones de trabajo "bastante cómodas" , admite. En la ciudad al sur de Cher donde trabajó como voluntaria, los indicadores de salud son alarmantes: con una población envejecida, la jubilación del último médico de cabecera en el verano de 2023 y un número de enfermos crónicos sin médico de cabecera cercano al 10%, la zona cumple todos los requisitos para ser un desierto médico.
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lemonde