¡Bienvenidos de nuevo, soldados! Un campamento estadounidense de la Segunda Guerra Mundial en Fort de la Prée.

A la sombra de las murallas de este fuerte atribuido a Luis XVIII, el campamento reconstruido impresiona por su fidelidad. Decenas de tiendas militares de la época, conocidas como tiendas "pequeñas", están cuidadosamente instaladas, rodeadas de vehículos típicos: jeeps, Dodges medianos e incluso imponentes camionetas GMC. Todos estos vehículos han sido cuidadosamente restaurados por sus propietarios, entusiastas de la historia, que duermen en el lugar.
Y la atención al detalle no se limita a los objetos. Cada recreador, todos voluntarios, viste un atuendo completo de la época, desde la camisa hasta las botas, sin concesiones, incluso en el calor. Algunos interpretan a soldados estadounidenses, otros a alemanes. En lo alto de la ciudadela, también se ha recreado una posición de tiro enemiga. Estos son interpretados por miembros de la asociación Reconstitution 17 de La Rochelle. Y, aunque son minoría en comparación con las tropas estadounidenses, «no tienen por qué avergonzarse de la fidelidad de la reconstrucción», enfatiza Sonja Lesaigle, jefa del fuerte.

Ismael Anani
Más allá del espectáculo, es un compromiso total. Los recreadores viven como antes, en sus tiendas de campaña, y algunos llevan el realismo hasta el punto de usar equipo original. Otros, más pragmáticos, han cambiado sus catres históricos por modelos más modernos y cómodos. «No dormimos bien en los antiguos», admiten con una sonrisa.
Entre las figuras clave del campamento, un hombre encarna al famoso General Patton, con su estilo inimitable. Pero no se equivoquen: «Recibí la bendición de la mismísima nieta del general», asegura. Lejos de ser una caricatura, es un homenaje viviente al líder militar que desea rendir.
Para Dominique Guibert, presidente de la asociación organizadora HMP 79, el reto va más allá del simple ocio: «También tenemos el deber de recordar en nuestras recreaciones». Porque, si bien el ambiente del campamento pretende ser cálido y acogedor, se basa en un profundo respeto por la historia.
SudOuest