Leao, los técnicos van y vienen pero los banquillos permanecen: en verano puede pasar de todo
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La señal más evidente de estos (malos) tiempos es que sus bancadas ya casi no son noticia. Es decir, son tomados en cuenta por todos, y con el paso de los meses han pasado de ser una especie de lesa majestad a ser acontecimientos inevitables. En la práctica, hemos llegado a la piedra angular del razonamiento de Fonseca, que repetía a menudo: "Leao en el banquillo debe ser la norma", refiriéndose obviamente no a la reducción de su número 10, sino a su democratización dentro de la plantilla. Todo útil y nada imprescindible, en definitiva. Rafa Leao volvió a verse fuera en medio de un partido en Turín. Al final de la primera parte, en la que Conceiçao le había dirigido más de un grito, el técnico le dijo que se duchara: partido terminado, porque evidentemente su paciencia también se había acabado. En su lugar, Fofana transformó el 4-2-3-1 en un 4-3-1-2 que, sin embargo, no surtió efecto y en pocos minutos se convirtió en un 4-2-4: a toda máquina, pero sin Rafa.
La Gazzetta dello Sport