Un gran avance en el hospital: 3.000 nuevas tomografías computarizadas, resonancias magnéticas y mamografías para diagnósticos más precisos.

Los hospitales italianos, que se enfrentan a un parque de equipos deficiente, más de la mitad de los cuales ya están obsoletos, pueden finalmente tomarse un respiro gracias al Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia (PNRR). Antes de la fecha límite de junio de 2026, los médicos de numerosas salas ya han comenzado a utilizar cerca de 2.800 nuevas tecnologías de diagnóstico de vanguardia, como tomografías computarizadas, resonancias magnéticas, aceleradores lineales, angiógrafos, ecógrafos, sistemas fijos de radiología y mamógrafos, en los que el PNRR ha invertido 1.200 millones de euros.
Por una vez, el objetivo de la UE de instalar 3.100 dispositivos a gran escala podría alcanzarse incluso antes de la fecha límite del próximo verano para este plan de modernización, dado que en la mayoría de las regiones, nueve de cada diez ya están operativos. Este es un avance significativo que permite la modernización del parque de equipos más importante: los dispositivos a gran escala, que suman aproximadamente 9.000 en Italia, por lo que más de uno de cada tres será reemplazado (un total de 67.000 máquinas). Los beneficios para los pacientes son numerosos: diagnósticos más oportunos y precisos, planes de tratamiento personalizados y un menor riesgo de errores de diagnóstico, así como una menor exposición a la radiación y, por lo tanto, una mayor seguridad. Sobre todo, se espera que esta renovación de algunos de los equipos con los que el Servicio Nacional de Salud diagnostica y examina a millones de pacientes cada año también ayude a reducir las listas de espera. Cuidar la salud de las personas también implica garantizar equipos de vanguardia para un mejor rendimiento y, por lo tanto, beneficios para los pacientes. La posibilidad de utilizar equipos de última generación también contribuirá significativamente a la reducción de las listas de espera. Nos comprometemos a implementar plenamente las inversiones del PNRR, como lo demuestra esta inversión, para lograr un sistema de salud aún más eficiente que satisfaga las necesidades de los ciudadanos, explicó el ministro de Salud, Orazio Schillaci, a Il Sole 24 Ore.
En realidad, la llegada de estos grandes dispositivos a los hospitales no ha sido fluida: la fecha límite inicial para sus pruebas era finales de 2024, pero en la revisión del Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia, solicitada por el gobierno y aprobada por Bruselas en 2023, la fecha límite se pospuso —en medio de cierta controversia— hasta junio de 2026. Entre las razones del retraso se encontraba la necesidad de que los hospitales realizaran pequeñas obras y ajustes en las salas para instalar estas grandes máquinas. Ahora, sin embargo, a pesar de algunos retrasos restantes, la meta finalmente parece estar cerca: el objetivo europeo es de 3.100 dispositivos, que desde entonces ha aumentado a 3.185. Hasta agosto pasado, se habían entregado 2.834 a los hospitales, de los cuales 2.773 habían sido probados y, por lo tanto, estaban operativos (casi el 90%). Por supuesto, existen diferencias locales: algunas regiones, como Valle de Aosta, Lacio, Véneto y Lombardía, tienen tasas instaladas que van del 100% al 94%, mientras que otras, como Molise, Trento y Cerdeña, tienen tasas entre el 57% y el 68%.
"La sustitución de más de 3.000 dispositivos instalados hace más de cinco años con fondos del NRRP es sin duda un excelente punto de partida para renovar la base instalada. Las tecnologías de vanguardia garantizan no solo una mejor capacidad de diagnóstico, sino también una generación de informes más rápida: estos son aspectos clave para reducir las listas de espera y prevenir numerosas patologías que, gracias a datos más precisos, pueden detectarse precozmente", reitera Alessandro Preziosa, presidente de la Industria Electromédica Confindustria Medical Devices. Sin embargo, enfatiza que ahora es crucial "contar con el personal adecuado para realizar los informes: sin profesionales capacitados y en número suficiente, incluso las tecnologías más avanzadas corren el riesgo de no alcanzar su máximo potencial". Para Preziosa, sin embargo, "debemos mirar hacia el futuro. El NRRP representa una oportunidad extraordinaria, pero no puede considerarse una intervención aislada: necesitamos planificar inversiones estructurales y continuas que nos permitan mantener la base tecnológica continuamente actualizada. Necesitamos herramientas de planificación plurianual, criterios de compra orientados a la innovación y políticas de reembolso que premien el uso de las tecnologías más avanzadas".
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