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9.000 espectadores descubren el talento de Pedro Montaldo en la primera cita de una temporada de verano nocturna en Las Ventas

9.000 espectadores descubren el talento de Pedro Montaldo en la primera cita de una temporada de verano nocturna en Las Ventas

La primera novillada del ciclo veraniego cosechó un ambiente extraordinario de juventud y afluencia (9.000 personas) con el plan gastronómico adicional. Resultado buscado por la empresa para todos los festejos programados en los próximos meses de julio y agosto que siempre serán nocturnos y en jueves a excepción del de la Virgen de la Paloma que si bien tendrá el mismo horario nocturno se celebrará en su fecha, que cae en viernes.

La novillada de El Retamar fue un ejemplo de buena presentación -sin exageraciones, dentro de su encaste- que vino acompañada de tres novillos de buen juego. Empezando por el final, el acodado sexto salió descolgado del chiquero y se encontró el temple en los vuelos de Pedro Montaldo -un novillero de Guadalajara que trenzaba el tercer paseíllo de su vida con los del castoreño, su presentación en Las Ventas-. Su falta de rodaje no fue óbice de una interpretación clásica y pura del toreo. Dando el pecho, cargando la suerte, tirando de la embestida con suavidad. El toreo de siempre. A este sexto, de importante humillación y exigente prontitud, le enjaretó seis naturales de los que encajan en el canon de la pureza. Toreo a dos manos que, con toda su fragilidad, llegó al tendido por su buen corte. Con su primero, mansito de buena condición, ya apuntó lo quilates de su toreo pero la falta de oficio se hizo evidente con los aceros (silencio tras dos avisos y vuelta al ruedo tras leve petición y aviso).

Con todas las ganas del mundo regresó a Madrid Tomás Bastos tras su notable presentación en esta plaza en San Isidro. Llama la atención que este novillero tan capaz haya quitado de su repertorio las banderillas, que con tanta verdad cuadraba en la cara de los novillos. Su carta de presentación fue un ceñido quite combinando saltilleras y gaoneras en el primero de la tarde.

En ambos novillos de su lote se fue a la puerta de chiqueros para saludarlos a porta gayola. Demostró sus recursos para resolver problemas con el irregular segundo, que tuvo buen pitón izquierdo. Entrega, quietud y mucha disposición de portugués que logró momentos de ligazón en una sometida faena. Con el que completó su lote, el más áspero de la noche, sacó pecho profesional sin arrugarse ni un momento (saludos tras aviso y silencio tras dos avisos).

Se presentó en Madrid el novillero salmantino Pérez Pinto. Forjado en las capeas de Ciudad Rodrigo. A las puertas de sumar una década como novillero con picadores. Le tocó el que abría más la cara que hizo primero de la noche y el de mejor hechura por su generoso cuello y cara torera que hizo cuarto que además fue extraordinario. Discreta presentación del salmantino que puso voluntad sin hallar la tecla del triunfo (silencio tras aviso y silencio tras dos avisos).

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