El Parlamento portugués llama a los brasileños a debatir sobre el aumento de la violencia en las escuelas
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La Comisión de Educación y Ciencia de la Asamblea de la República debatirá este martes (26/02), a las 14 horas, una petición presentada por la activista brasileña Juliet Cristino, del Comité de Inmigrantes de Portugal, que pide medidas urgentes para contener la violencia en las escuelas del país. Datos difundidos por la Policía de Seguridad Pública (PSP), con base en el programa Escuela Segura, indican que, en el año escolar 2023/2024, se registraron 4.107 episodios de violencia contra niños, niñas y adolescentes , un 7,4% más que en el periodo anterior. La mayoría de los casos (1.346) fueron de agresión física. La PSP también reporta que a los estudiantes se les encontraron 39 armas —un incremento de 11.4%—, de las cuales cinco eran armas de fuego y 30 armas blancas.
“Son cifras muy preocupantes que merecen toda nuestra atención, padres y autoridades”, afirma Juliet, madre de dos niños, uno de 2 y otro de 8 años. Destaca que decidió recoger firmas para una petición tras ser informada sobre una serie de incidentes ocurridos en escuelas, incluidos apuñalamientos. “Me pongo en el lugar de las madres de niños y niñas víctimas de violencia. “Es un dolor enorme”, añade. La activista también recuerda a las madres que vieron a sus hijos asesinados en ataques a escuelas, muy comunes en Estados Unidos. “Son escenas que no podemos olvidar y que nos mueven a la búsqueda de soluciones”, enfatiza.
La brasileña hizo cuatro peticiones en su petición: 24 horas de vigilancia policial en las escuelas; cámaras de vídeo para que los padres puedan monitorear a sus hijos en la escuela en tiempo real; cámaras de seguridad dentro y fuera de las escuelas; y señales de tránsito a 30 metros de los pasos peatonales de los establecimientos educativos para evitar accidentes. “Son medidas sencillas, pero extremadamente importantes. “Necesitamos proteger a nuestros niños y garantizar que las escuelas sean lugares seguros para ellos”, dice la activista, quien rechaza el discurso de odio que sostiene que la violencia tiene que ver con la nacionalidad.
Para Julieta, es necesario actuar en prevención, lo que no ocurre con el programa Escuelas Seguras, del PSP, “que sólo llega cuando los hechos ya ocurrieron”. En su opinión, una vigilancia policial eficaz en las escuelas inspira respeto, no sólo previniendo la violencia entre estudiantes , sino también inhibiendo el robo de material escolar, como ordenadores. “Lo que pedimos es seguridad para todos, incluidos los docentes, ya que muchos de ellos también han sido víctimas de agresiones, por parte de estudiantes y padres de familia”, enfatiza.
Apoyo del ministerioLa diputada Patrícia Gilvaz, coordinadora del partido Iniciativa Liberal en la Comisión de Educación y Ciencia, fue elegida como relatora de la petición, que reunió 365 firmas. Los parlamentarios pidieron al Ministerio de Educación, Ciencia e Innovación, al Ministerio de Administración Interior, al Consejo Escolar (CE), a la Asociación Nacional de Directores de Escuelas y Grupos Públicos (ANDAEP) y a la Confederación Nacional de Asociaciones de Padres de Familia (CONFAP) que se posicionen sobre las demandas brasileñas.
Al cierre de esta edición, solo el Ministerio del Interior había respondido , reforzando el apoyo a una mayor presencia policial en las escuelas, la instalación de señales de tráfico cerca de los cruces peatonales escolares y la adopción de cámaras de vigilancia, siempre y cuando se respete la Ley de Protección de Datos. “Veamos cómo será el debate en la Asamblea de la República y qué seguirá después. Tenemos que movilizarnos. “El Gobierno portugués suele escuchar cuando la sociedad lo demanda”, afirma.
Julieta fue la autora de otras dos peticiones muy importantes. Uno, que resultó en cambios en la Ley de Nacionalidad, empezando a incluir el tiempo de espera para el permiso de residencia de inmigrantes en el cómputo de los cinco años para las solicitudes de ciudadanía portuguesa. “La ley aún necesita ser reglamentada”, subraya. La otra iniciativa del Gobierno que resultó en el intercambio de permisos de residencia para ciudadanos de la Comunidad de Países de Lengua Portuguesa (CPLP), proceso que se inició esta semana.
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