Once personas de Oliveira cargan una camilla que pesa unos 800 kilos

"Pesa unos 800 kilos, más o menos, 100 kilos en cada hombro. Es una camilla llena de agua para sostener todas esas flores. Además de la imagen [de Nuestra Señora de La Salette], está el peso del agua, las esponjas, las flores. La vaca y el buey son sólidos, de madera negra", nos contó Acácio Silva, de 63 años. Lleva haciendo este trabajo unos 23 o 24 años. Cargó la camilla de Nuestra Señora de La Salette por primera vez para cumplir una promesa, algo que sigue haciendo hasta el día de hoy: "He ido acumulando promesa tras promesa. Siempre lo hago por una promesa". Este auténtico Oliveira, nacido en una casa cercana a la capilla, se define como un "hombre de fe". "Tengo", confesó, "mucha fe en este santo". "Mucha fe, sin duda", añadió.
Acácio Silva coordina a quienes, en las procesiones de velas y triunfal —dos puntos culminantes del programa religioso—, portan el paso de Nuestra Señora de La Salette, conmoviendo a los miles de espectadores a su paso. En total, incluyendo al propio coordinador, el grupo está formado por 21 hombres que se turnan a lo largo del recorrido, que nunca es inferior a dos kilómetros.
"Pesa unos 800 kilos, más o menos, 100 kilos en cada hombro. Es una camilla llena de agua para sostener todas esas flores. Además de la imagen [de Nuestra Señora de La Salette], está el peso del agua, las esponjas, las flores. La vaca y el buey son sólidos, de madera negra", nos contó Acácio Silva, de 63 años. Lleva haciendo este trabajo unos 23 o 24 años. Cargó la camilla de Nuestra Señora de La Salette por primera vez para cumplir una promesa, algo que sigue haciendo hasta el día de hoy: "He ido acumulando promesa tras promesa. Siempre lo hago por una promesa". Este auténtico Oliveira, nacido en una casa cercana a la capilla, se define como un "hombre de fe". "Tengo", confesó, "mucha fe en este santo". "Mucha fe, sin duda", añadió.
Acácio Silva coordina a quienes, en las procesiones de velas y triunfal —dos puntos culminantes del programa religioso—, portan el paso de Nuestra Señora de La Salette, conmoviendo a los miles de espectadores a su paso. En total, incluyendo al propio coordinador, el grupo está formado por 21 hombres que se turnan a lo largo del recorrido, que nunca es inferior a dos kilómetros.
"Pesa unos 800 kilos, más o menos, 100 kilos en cada hombro. Es una camilla llena de agua para sostener todas esas flores. Además de la imagen [de Nuestra Señora de La Salette], está el peso del agua, las esponjas, las flores. La vaca y el buey son sólidos, de madera negra", nos contó Acácio Silva, de 63 años. Lleva haciendo este trabajo unos 23 o 24 años. Cargó la camilla de Nuestra Señora de La Salette por primera vez para cumplir una promesa, algo que sigue haciendo hasta el día de hoy: "He ido acumulando promesa tras promesa. Siempre lo hago por una promesa". Este auténtico Oliveira, nacido en una casa cercana a la capilla, se define como un "hombre de fe". "Tengo", confesó, "mucha fe en este santo". "Mucha fe, sin duda", añadió.
Acácio Silva coordina a quienes, en las procesiones de velas y triunfal —dos puntos culminantes del programa religioso—, portan el paso de Nuestra Señora de La Salette, conmoviendo a los miles de espectadores a su paso. En total, incluyendo al propio coordinador, el grupo está formado por 21 hombres que se turnan a lo largo del recorrido, que nunca es inferior a dos kilómetros.
Diario de Aveiro