‘En todo el mundo hay un patrón de declive de la libertad de prensa’: Sara Qudah, directora en Medio Oriente del Comité de Protección de Periodistas
Desde octubre de 2023, cuando el movimiento islamista Hamás perpetró la más sanguinaria masacre en la historia de Israel al asesinar a más de 1.200 personas y secuestrar como rehenes a otras 251, la zona de la Franja de Gaza se convirtió en uno de los conflictos más álgidos del mundo. En respuesta al ataque de Hamás, Israel lanzó una ofensiva que ha dejado más de 67.000 muertos, según las cifras del Ministerio de Salud de Gaza, consideradas fiables por la ONU.
Entre las víctimas de estos dos años hay cientos de periodistas, lo que ha convertido a la Franja de Gaza en la región más mortífera del mundo para la prensa, dice Sara Qudah, directora en Medio Oriente y Norte de África del Comité para la Protección de Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés). En entrevista, Qudah también habló sobre lo que pierden las sociedades y las democracias cuando se ataca al periodismo.

Sara Qudah, directora en Medio Oriente del Comité para la Protección de Periodistas. Foto:Tomada de Linkeid.
Nunca habíamos visto esta escala de asesinatos de periodistas en una zona de guerra desde que comenzamos a documentar violaciones contra periodistas. Dos años después del inicio de la guerra en Gaza, más de 100 periodistas han sido asesinados; muchos otros han quedado heridos, la mayoría de ellos han perdido a seres queridos, familiares y colegas. La mayor parte de la infraestructura y las organizaciones de medios están destruidas. Así que estamos hablando de una destrucción a gran escala que está ocurriendo en los medios de comunicación y la prensa. También hemos identificado que las fuerzas de defensa de Israel tienen un patrón de difamar a los periodistas y acusarlos de integrar grupos terroristas, sin proporcionar ninguna prueba sólida de que lo sean.
¿Lo que sucede allí tiene impactos para el periodismo en el resto del mundo?Lo que está sucediendo en Gaza es una violación para la prensa y el periodismo en todo el mundo porque, si un país puede salirse con la suya y atacar a los periodistas sin rendición de cuentas ni justificación, significa que un día esto le sucederá al resto del mundo, al resto de los periodistas en otras zonas de conflicto, y esto es algo muy peligroso. Tenemos mucho miedo de que este patrón no se detenga aquí y se convierta en la norma.
En el resto de Medio Oriente, ¿qué otros desafíos enfrentan los periodistas?La mayoría de los periodistas se enfrentan a la censura, y vemos que cada vez más periodistas comenzaron a practicar la autocensura por miedo. Pero también hay que entender que en el Medio Oriente tenemos muchas zonas de guerra activas al mismo tiempo. Por ejemplo, en Sudán, los periodistas, especialmente las mujeres periodistas, están muriendo de hambre, son acosadas sexualmente y asesinadas por su trabajo; en Libia, que ha estado en guerra durante la última década, los periodistas también están desapareciendo, son asesinados o encarcelados. E incluso en zonas donde no hay conflictos activos, las autoridades están endureciendo al máximo las leyes sobre libertad de expresión. Hoy no veo a ningún país en el Medio Oriente y el norte de África que esté protegiendo a los periodistas y a la libertad de expresión y de prensa.
En términos generales, ¿qué pierde una sociedad cuando se ataca a periodistas?No solo se pierde a los periodistas, sino la profesión misma; el ataque contra los periodistas envía un mensaje muy alto y claro: “Si te atreves a hablar, serás atacado, asesinado, difamado, desacreditado”. Y ahí es cuando los periodistas comienzan a temer por su vida, a autocensurarse y mencionar solo las versiones oficiales, porque es lo más seguro, y así es como perdemos la verdad.

Allegados rezan ante el cuerpo del periodista de la televisión palestina Mohamed Abu Hatab. Foto:AFP
Los ataques a la prensa generan un retroceso de décadas en términos de lo que hemos logrado para esta profesión en todo el mundo, y en términos de lo que significa para las sociedades tener libertad de prensa y periodistas capaces de informar, cubrir e investigar de forma independiente sobre cualquier tema. Además, el declive de la democracia y de la libertad de prensa en todo el mundo afectará especialmente a países que ya viven bajo regímenes autoritarios, porque si esos regímenes ven que incluso las grandes democracias del mundo están decayendo en su libertad de prensa, podrían preguntarse: “¿por qué no nosotros?”.
Un informe de la organización Reporteros Sin Fronteras dice que más de la mitad de la población mundial vive en países donde la libertad de prensa está en una situación crítica, ¿cómo interpreta esto?Estas indicaciones son una línea roja para que entendamos cuán peligroso es el estado en el que estamos hoy en día. Esto nos indica que el declive del significado de nuestra profesión es mundial, no es solo en una región. Tenemos regiones que son más peligrosas que otras, pero es en todo el mundo donde estamos viendo este patrón de declive de la libertad de prensa.
En medio de este panorama desolador para la prensa, ¿hay estrategias para revertir las tendencias identificadas?De manera general y global, hay estrategias que pasan, en primer lugar, por la documentación de lo que sucede, para que se comprenda la gravedad de los hechos en un determinado país; también está la promoción de la protección a periodistas. Esto puede ser a través de cartas, declaraciones, reuniones, o al asociarse con otras organizaciones para presentar demandas o para hablar con los gobiernos y líderes para abogar por la protección y la libertad de prensa. Finalmente, está la asistencia directa a los periodistas en situación de riesgo, sea financiera, con atención psicosocial, equipos o capacitación.
MARÍA ISABEL ORTIZ FONNEGRA
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