España recupera dos joyas visigodas arrebatadas y exhibidas en el Metropolitan de Nueva York
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Desde 1990, en una vitrina de una de las salas dedicadas al arte medieval y bizantino del Museo Metropolitan de Nueva York, se exhibían dos piezas procedentes de España: dos imponentes colgantes visigodos, realizados ambos en bronce hace unos 1.500 años. Uno de ellos muestra las cabezas enfrentadas de dos bestias; el otro, a un jinete sobre un caballo.
Ninguna de esas dos piezas se exhibe ya en el Met. “Restituido en abril de 2025”, anuncia la web del museo en la página correspondiente a esos dos colgantes visigodos. Ambos objetos fueron devueltos el pasado 24 de julio a España, de donde fueron expoliados.
Esas importantes joyas visigodas llegaron al Metropolitan de la mano del británico Robin Symes, un conocido traficante de antigüedades que en 1990 se las vendió al museo sin especificar cuál era su procedencia. Symes falleció en 2023 pero, según las investigaciones judiciales, el valor total de las piezas con las que traficó ascendería a al menos 150 millones de euros.
Ha sido la Unidad de Tráfico de Antigüedades (ATU) de la Fiscalía del Distrito de Manhattan la que ha investigado el origen de esos dos colgantes visigodos, determinando que habían sido objeto de expolio y ordenando su restitución a España. Solo desde 2021, cuando Alvin Bragg se convirtió en fiscal del condado de Nueva York, la ATU ha recuperado 2.375 antigüedades robadas de 46 países y valoradas en total en más de 255 millones de euros.
“España agradece una vez más el excelente trabajo y la diligencia de la Unidad de Tráfico de Antigüedades de la Fiscalía del Distrito de Nueva York en la recuperación de estas dos antigüedades españolas y destaca la excelente cooperación entre ambos países en la lucha contra el tráfico de bienes culturales”, señalaba Marta de Blas Mayordomo, cónsul general de España en Nueva York.
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La ATU se creó en 2017 para investigar y recuperar piezas arqueológicas y artísticas procedentes del comercio ilegal. Desde entonces, las pesquisas realizadas por ese organismo han servido para condenar a 18 personas por delitos relacionados con el tráfico de bienes culturales y han permitido recuperar más de 6.060 antigüedades valoradas en más de 476 millones de dólares, de las que hasta la fecha se ha devuelto más de 5.700 a 30 países.
El Museo Metropolitan de Nueva York posee una colección compuesta por más de 1,5 millones de objetos de arte procedentes de todo el mundo y que abarcan un periodo de 5.000 años. “El Met está comprometido con el coleccionismo responsable y hace todo lo posible para garantizar que todos los objetos que ingresan en su colección cumplan con nuestros estrictos estándares”, señala su director, Max Hollein. Dentro de su política de investigación, transparencia y colaboración, el museo ha devuelto varias piezas que habían sido expoliadas.
Las recientes investigaciones de la ATU han permitido que en las últimas semanas hayan sido repatriados a España, Hungría e Italia un total de 34 objetos que habían sido expoliados de esos países, y 16 de los cuales formaban parte de la colección del Museo Metropolitan. Entre las 31 antigüedades que han sido devueltas a Italia se encuentra por ejemplo los 61 fragmentos de una imponente crátera, una de esas vasijas de de terracota con dibujos en negro típicos de la antigua Grecia, que habría sido decorado por el pintor Lydos en el año 580 a. C. La historia de esa vasija ilustra los complejos esfuerzos de los contrabandistas que trafican con antigüedades saqueadas: fragmentan los objetos para venderlos individualmente y los sacan al mercado a lo largo de varios años. Las piezas fueron cedidas por Robin Symes al Museo Getty y, después de distintas vicisitudes, en 1997 el Metropolitan adquirió todos los fragmentos. La ATU, tras comprobar su procedencia ilegal, se incautó de esos 61 trozos y el pasado 4 de agosto fueron devueltos a Italia, junto con otras 30 antigüedades procedentes del tráfico ilegal.
Otra de las piezas que acaba de ser restituida a Italia es una cabeza en mármol del siglo I d. C. que representa a Alejandro Magno como Helios, el dios del sol. El busto fue hallado en el Foro Romano, y robado posteriormente del Museo Antiquarium Forense, un museo arqueológico estatal en la capital italiana. Tras ser blanqueada a través de varias personas e instituciones en Nueva York, fue adquirida de buena fe por el anticuario neoyorquino Alan Safani en 2017. La ATU se incautó de la pieza en cumplimiento de una orden judicial, y Safani finalmente accedió a entregarla para su repatriación.
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También han regresado a Italia nueve piezas arqueológicas originarias de Tarento (Taras en la Antigüedad), una importante colonia griega fundada en el siglo VIII a. C. en el sur de Italia, en la región de Apulia: un capitel de columna de piedra caliza, un fragmento de capitel, un capitel de columna corintio, un par de placas de terracota con incrustaciones de vidrio, tres fragmentos de un relieve de piedra caliza y un relieve de piedra caliza con la figura de una mujer. Los nueve objetos datan de los siglos IV y III a. C. y proceden de tumbas del sur de Italia. En 1995, el fragmento de capitel y la columna de piedra caliza fueron donados al Met sin que se tuviera información de su procedencia previa. Los siete objetos restantes permanecieron ocultos hasta mediados de la década de 1990, cuando salieron a la luz por primera vez en posesión del famoso Robin Symes y citando su origen en una “colección inglesa”, la omnipresente coletilla utilizada para ocultar la verdadera procedencia de las antigüedades expoliadas. El Met adquirió los siete objetos a Symes entre 1996 y 1999. La ATU se incautó de ellos hace unos meses y ahora han sido restituidos a Italia.
“Deseo expresar nuestra profunda gratitud a la Unidad de Tráfico de Antigüedades de la Fiscalía del Distrito de Manhattan y al Comando de Tutela del Patrimonio Cultural de los Carabineros. Su eficaz colaboración en la lucha contra el tráfico ilícito de bienes culturales ha culminado en otra importante restitución a Italia de 31 artefactos. Estos objetos —robados, desenterrados ilegalmente o exportados clandestinamente— tienen un valor estimado de más de 4 millones de dólares y son de una importancia científica y cultural inconmensurable para nuestro país”, en palabras de Fabrizio Di Michele, cónsul general de Italia en Nueva York.
Además, las investigaciones de la ATU han permitido a Hungría recuperar el Nervus Opticus Sive Tractatus Theoricus, un manuscrito en forma de tres libros publicado por el jesuita Zacharias Traber en 1675. Durante la Segunda Guerra Mundial, el manuscrito fue sustraído ilegalmente de la biblioteca del Eötvös József Collegium en Budapest. La ATU incautó recientemente el manuscrito a un comerciante de libros raros con sede en Nueva York.
El Confidencial