¿Un asteroide realmente impactará la Tierra en 2032? Por qué no deberías preocuparte (todavía)
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¿El planeta azul amenazado por un asteroide en los próximos años? Según la NASA, el asteroide YR4 , descubierto en diciembre de 2024, podría impactar la Tierra en menos de una década. Según las últimas observaciones de la agencia espacial estadounidense, realizadas con un potente telescopio situado en Chile, YR4 presenta un riesgo del 2,3% de impactar nuestro planeta en 2032. Los primeros cálculos apuntaban a un riesgo del 1,2%, pero posteriormente se ha elevado.
Este umbral se considera "bajo" y "suficientemente relevante" para que el asteroide sea vigilado de cerca, explicó a BFMTV.com Patrick Michel, doctor en astrofísica y director de investigación del Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS) en el Observatorio de la Costa Azul.
La revisión al alza de este riesgo se basa en nuevas observaciones, según el científico. "Ha aumentado un poco, pero no hay por qué alarmarse", asegura el autor de À la rencontre des asteroïdes (publicado por Odile Jacob), precisando que esta reevaluación es normal. "En todo el mundo seguimos este objeto, seguimos su trayectoria", lo que, según él, conduce inevitablemente a cambios en la probabilidad de colisión.
"El riesgo existe, pero no debemos preocuparnos", dijo el astrofísico Éric Lagadec a BFMTV.com. "Cuanto más observemos el asteroide, más sabremos sobre su trayectoria", subraya.
Desde 2017, los astrónomos de la Red Internacional de Alerta de Asteroides de las Naciones Unidas han establecido un umbral de alerta cada vez que se identifica un objeto celeste de al menos 10 metros de tamaño con al menos un 1% de probabilidad de impactar la Tierra.
Con el asteroide YR4, "es la primera vez que un objeto cumple los criterios establecidos", lo que demuestra la importancia del descubrimiento, destaca Patrick Michel. Para él, sin embargo, esto está lejos de ser motivo de preocupación.
"Inmediatamente, cuando se superaron los criterios, nos reunimos por videoconferencia para ser transparentes y no asustar a la gente", explica el científico, miembro del comité internacional de alerta de asteroides de la ONU. Para él, el umbral fijado es deliberadamente bajo, como medida de precaución.
"El umbral de riesgo del 1% nos da tiempo para reaccionar", asegura el investigador.
Aunque la probabilidad de impacto ha aumentado en las últimas semanas, los expertos señalan que el asteroide aún tiene casi un 98% de posibilidades de no impactar nuestro planeta.
"El aumento de la probabilidad no es necesariamente una señal de que una colisión sea cada vez más segura", afirma Patrick Michel, ya que el umbral de probabilidad podría fácilmente invertirse en las próximas semanas y volver a caer a cero.
El investigador señala que la trayectoria del asteroide sigue siendo tan incierta por el momento que su posible zona de impacto es tan amplia como "varias veces la trayectoria Tierra-Luna". Lo cual aún deja mucha incertidumbre sobre la posibilidad de un impacto terrestre.
Actualmente se estima que el diámetro del asteroide YR4 está entre 40 y 90 metros. Si alcanza el tamaño establecido en el rango bajo, podría destruir "una gran ciudad", según Patrick Michel, y en el rango alto "una gran región". Pese a todo, todavía estamos muy lejos de las dimensiones del meteorito de 10 kilómetros de diámetro que precipitó la extinción de los dinosaurios hace más de 60 millones de años.
Pero no se asusten. Incluso en el caso de una colisión, la Tierra permanecería mayoritariamente cubierta de agua y desierto, por lo que sería muy poco probable que una ciudad desapareciera del mapa.
Sin embargo, conocer con mayor precisión las dimensiones del asteroide, así como identificar los materiales que lo componen, parece esencial para evaluar los riesgos. "Los posibles daños dependen de su densidad. Sin embargo, no sabemos de qué está hecho, pero estamos trabajando en ello", asegura Patrick Michel.
"Aún no conocemos los riesgos, los conoceremos con más precisión con nuevas observaciones", resume Éric Lagadec.
Según los cálculos de los científicos, el asteroide seguirá siendo visible hasta el próximo abril y luego desaparecerá de nuestro campo de visión hasta 2028. "Para entonces, la probabilidad de colisión disminuirá o aumentará, potencialmente hasta un 20%", estima Patrick Michel.
Será sólo entonces, en 2028, cuando El comité de agencias espaciales Finalmente decidirá si poner en marcha un plan para anticipar una posible colisión entre el asteroide y la Tierra.
"Por el momento no hay motivos para actuar", asegura Patrick Michel.
En caso de que sea necesaria una intervención, hay varias opciones sobre la mesa. Si alguna vez las predicciones identificaran que el asteroide caería en un océano, los científicos podrían simplemente dejar que el objeto vaya hasta el final de su trayectoria.
"Si es el último recurso, podemos intentar desviarlo empujándolo" con un barco como se hizo con éxito con la sonda DART en 2022, pero "con el riesgo de romperlo en varios pedazos y crear más impactos", indica Éric Lagadec. "De lo contrario, (como) su trayectoria está influenciada por la interacción con la luz solar, píntalo de otro color. "Podría cambiar su trayectoria", añade. Para ello, sería necesario poner en órbita una nave espacial, pero la técnica sigue siendo muy incierta por el momento.
Finalmente, hacer estallar un asteroide cuando no sabemos de qué está hecho parece arriesgado, sobre todo porque también crearía diferentes trozos que caerían sobre la superficie de la Tierra.
A finales de este año se instalará en Chile un nuevo y potente telescopio, llamado Vera C. Rubin, que debería permitir observaciones aún más precisas de los asteroides que amenazan al planeta azul. "Esto provocará una explosión de descubrimientos", advierte Patrick Michel.
BFM TV