Buenas noticias para los amantes de la jardinería: esta actividad tiene un efecto inesperado en el cerebro.

Para algunos, la jardinería es una tarea ardua; para otros, un verdadero placer. En cualquier caso, la jardinería ofrece numerosos beneficios para la salud. Se considera una actividad física en sí misma. Por ello, tiene efectos positivos en el peso, la presión arterial y la salud cardiovascular en general. Además, esta actividad también ofrece beneficios muy interesantes para el cerebro, por varias razones.
Cualquier actividad física, como la jardinería, es beneficiosa tanto para el cerebro como para la salud mental. Numerosos estudios han demostrado que el ejercicio reduce el riesgo de obesidad, diabetes, enfermedades cardiovasculares (factores de riesgo para enfermedades cerebrales), así como enfermedades mentales como la depresión. El ejercicio, y por ende, la jardinería, actúa como una verdadera herramienta preventiva y un remedio para todas estas enfermedades.

Pero esta actividad, en concreto, aporta otros beneficios al cerebro. En primer lugar, pasar tiempo en la naturaleza tiene reconocidos efectos beneficiosos para la salud mental, la reducción del estrés e incluso el sueño. Tanto es así que a veces incluso se prescriben actividades en la naturaleza a pacientes. La jardinería ofrece aún más beneficios si se practica en compañía. La conexión social es tan importante para la salud mental como para la física. Se ha demostrado que la soledad aumenta el riesgo de padecer varias enfermedades, incluida la demencia.
La jardinería puede reducir el riesgo de demencia, como el Alzheimer. Un estudio británico de 2024 concluyó que las personas que dedicaban tiempo a la jardinería tenían una mejor función cognitiva en la vejez que quienes no lo hacían. «Participar en proyectos de jardinería, aprender sobre las plantas y el mantenimiento general del jardín implican procesos cognitivos complejos como la memoria y la función ejecutiva», explicó Janie Corley, investigadora principal del estudio, en un comunicado de prensa.
Otro estudio más antiguo concluyó que las personas que cultivaban su jardín a diario tenían un 36 % menos de riesgo de desarrollar demencia que quienes no lo hacían. La jardinería incluso podría ser un beneficio significativo para las personas con demencia, ya que mejora el estado de ánimo, el comportamiento y las habilidades de comunicación más que otras actividades, según un estudio israelí publicado en 2024. Así que, si puedes cultivar un jardín, no lo dudes, ¡tu jardín y tu cuerpo te lo agradecerán!
L'Internaute