Cómo ayudar a los niños a comprender y aceptar la muerte

Aunque la muerte es inseparable de nuestra humanidad, desde el momento en que nacemos es un concepto abstracto, difícil de entender para los niños y que sólo pueden comprender gradualmente. Comprender la muerte significa comprender su relación con la vida.

A veces surgen preguntas sobre esto cuando observamos el mundo que nos rodea. Por ejemplo, al ver renacuajos en un estanque, un niño nos preguntará: "¿Por qué existen las ranas? ¿Qué pasa cuando mueren? ¿Y yo también voy a morir?".

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Los primeros roces con la muerte a menudo ocurren a través de la muerte de un miembro de la familia o la pérdida de una mascota. Estas experiencias a menudo se viven sin que el niño comprenda realmente lo que implica la muerte.

Comprender la muerte significa aceptar sus características innatas y definitivas . Es comprender que la muerte, por una parte, es universal y que todo lo que vive muere; Por otro lado, que es irreversible y que cuando el cuerpo muere, no puede volver a la vida. Que el cuerpo pierde todas sus capacidades cuando muere, como la capacidad de pensar, aprender o reír. Y esto también implica comprender que hay causas externas e internas de muerte.

Una percepción de la muerte que evoluciona con la edad del niño.

Hasta aproximadamente los 2 años de edad, los niños no reconocen la muerte como parte de la vida y no entienden lo que significa morir. Cuando un ser querido muere, puede reaccionar como si nada hubiera sucedido, aunque sienta la tristeza o el dolor de los demás.

Entre los 2 y los 5 años perciben la muerte como un estado temporal o reversible. A menudo preguntan cuándo volverá la abuela, porque para ellos morir no es el final de la vida. A esta edad, interpretan literalmente la información que reciben. Por lo tanto, frases como "ella está dormida", "ella se ha ido a un lugar mejor" o "ella se ha ido al cielo" pueden crear malentendidos o conceptos erróneos.

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Alrededor de los 5 años comienzan a comprender lo que significa la muerte. Algunas preguntas típicas incluyen: "¿A dónde vamos cuando morimos?, ¿Moriré algún día?, ¿Duele morir?" » Aunque sientan curiosidad, pueden sentirse incrédulos o desanimados al darse cuenta de que la muerte es irreversible y universal. A menudo hacen preguntas y se preocupan por morir algún día.

Alrededor de los 9 años, comprenden que la muerte es permanente y que tiene una causa. Y es más tarde, en la adolescencia, cuando el concepto de muerte finalmente comienza a desarrollarse en la mente de todos. Sin embargo, aunque los adolescentes entienden lo que significa la muerte, es posible que aún no tengan la madurez emocional para aceptar lo que conlleva.

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Si el niño nunca se ha enfrentado a una muerte en su vida, le resultará difícil aceptar que la muerte es inevitable. Los niños que han tenido este tipo de experiencias tienen un concepto más realista y concreto de la muerte.

Las películas, los cuentos o los videojuegos pueden ser una fuente para aproximarse al tema. Sin embargo, a menudo transmiten una visión mágica o poco realista: los personajes vuelven a la vida después de caerse de un acantilado, recibir varios disparos o tener la cabeza cortada en dos.

Cuando los niños son muy pequeños, sus capacidades cognitivas no les permiten distinguir si lo que se muestra en la pantalla es fantástico o irreal. Si te preguntan tienes que intentar explicárselo.

Comprender la muerte: el papel de los factores culturales

La comprensión de la muerte depende de la cultura en la que se socializa el niño. En Occidente, la muerte se considera parte de la vida y decir adiós a un ser querido significa decir “adiós” para siempre. En la cultura oriental, la muerte es vista como una continuación de la vida, con la creencia de que el alma continúa viviendo después de la muerte del cuerpo.

La cultura mexicana es un buen ejemplo de la influencia de la cultura en la comprensión de la muerte. En el Día de Muertos , los mexicanos rinden homenaje a sus seres queridos, celebran la vida y la muerte y recuerdan con cariño y alegría a los que han fallecido. Las familias mexicanas cuentan a sus hijos historias sobre sus antepasados ​​y hablan abiertamente con ellos sobre la muerte. Esta presencia de la muerte desde muy temprana edad reduce el miedo a la muerte y permite a los niños acercarse con naturalidad a este momento de la vida.

En los niños con creencias religiosas, la idea de que la muerte es irreversible coexiste con la creencia sobrenatural de que el alma vive en el más allá.

Las creencias religiosas brindan tranquilidad y significado a la muerte, y los rituales ayudan a afrontar la pérdida de un ser querido. Una revisión de estudios concluyó que las personas con fuertes creencias religiosas, o por el contrario, los no creyentes, tienen menos miedo a la muerte. Sin embargo, si los niños aprenden que pueden ser juzgados o castigados después de la muerte, pueden temer el final de la vida.

Hablar sobre la muerte con los niños es difícil para los adultos porque implica enfrentar sus propios miedos. Nos preocupamos si nuestros hijos tendrán miedo o qué impacto tendrá esto en ellos. Sin embargo, las conversaciones honestas son necesarias.

Explicar que la muerte es irreversible requiere un lenguaje apropiado para la edad del niño. Podemos explicar a las personas más jóvenes que cuando morimos, nuestro cuerpo deja de funcionar y nunca volverá a funcionar. Los niños mayores pueden comprender mejor el proceso biológico de la muerte. Las experiencias previas con animales o plantas ayudan a los niños a comprender el ciclo de la vida.

También se pueden utilizar películas infantiles. Por ejemplo, escenas como la de El Rey León , donde, observando la sabana, Simba aprende que todos los seres vivos están conectados y que, cuando una criatura muere, nutre la tierra y nace nueva vida, haciendo que la muerte sea parte del ciclo de la vida. O películas como Coco , que se desarrolla en el Día de Muertos, transmitiendo la idea de que los seres queridos nunca desaparecerán mientras los recordemos.

Si bien es bueno ser honesto y confirmarle al niño que todos los seres humanos mueren, ciertas ideas pueden aliviar su angustia. Podemos hacerle entender que la mayoría de las personas mueren cuando son muy mayores o están muy enfermas.

Es importante animar al niño a expresar sus miedos y emociones , mostrándole que es normal estar muy triste o tener miedo de morir algún día. Cuando les dices que son sentimientos normales que todos experimentamos, es más fácil para ellos expresar sus preocupaciones.

Mostrar nuestro apoyo y voluntad de hablar les ayuda a atravesar el complejo proceso de aceptar la muerte.

Por último, debemos animarles a disfrutar de la vida, valorar el momento presente y recordar a los que ya no están para que sigan siendo parte de nosotros.