Psicología. Problemas digestivos, asma... ¿Qué son estos trastornos psicosomáticos?

Los trastornos psicosomáticos son condiciones físicas muy reales cuyo origen o agravamiento está vinculado a factores psicológicos, como el estrés, la ansiedad, conflictos internos no resueltos o incluso traumas emocionales pasados.
Del griego psyche (alma, mente) y soma (cuerpo), la palabra psicosomático resalta el vínculo profundo entre las dimensiones mental y corporal del ser humano.
A diferencia de las enfermedades puramente físicas (como una infección vírica o una fractura) o las enfermedades puramente psicológicas (como la esquizofrenia o los trastornos de ansiedad), los trastornos psicosomáticos ocupan un lugar intermedio. Expresan el sufrimiento psicológico a través de efectos físicos.
Trastornos digestivos, asma, dolor crónico...Por ejemplo, una persona que atraviesa un período de intenso estrés o sobrecarga emocional puede empezar a sufrir dolores de estómago, migrañas o dolores de espalda sin que se detecten anomalías orgánicas durante los exámenes médicos.
Estos síntomas, aunque carecen de causa fisiológica aparente, son reales y pueden perjudicar gravemente la calidad de vida.
Los mecanismos para comprender estos vínculos entre la psique y la salud física aún son en gran medida desconocidos. Sin embargo, la investigación está avanzando.
Los científicos del Inserm de Nantes, por ejemplo, han descubierto que «el cortisol (la hormona del estrés, ndlr) influye directamente en las neuronas que componen el sistema nervioso entérico, un tejido independiente del sistema nervioso central, distribuido por todo el tracto digestivo y que regula las funciones gastrointestinales».
Esto explica los problemas digestivos que se desarrollan después de un estrés significativo.
Además, las experiencias emocionales reprimidas o no expresadas pueden traducirse inconscientemente en dolor o alteraciones corporales, en un mecanismo de “somatización”.
¿Qué tratamiento?El tratamiento de estos trastornos se basa en un enfoque multidisciplinario. Implica tratar el cuerpo teniendo en cuenta las dimensiones psicológicas del paciente.
El tratamiento médico puede aliviar inicialmente los síntomas físicos. Sin embargo, paralelamente, es necesario el apoyo psicoterapéutico . El manejo del estrés puede complementarse con meditación consciente, relajación o yoga, entre otras actividades.
Fuente: Frontiers – Mayo Clinic – Inserm
Le Progres