Exponen obras de Leopoldo Méndez, creador que practicó la estampa como acto político

Exponen obras de Leopoldo Méndez, creador que practicó la estampa como acto político
El Munae inaugura mañana una muestra que incluye 48 grabados originales
▲ Emilio Payán (a la izquierda) director del Museo Nacional de la Estampa, explicó que la iniciativa permite descubrir cómo la gráfica de Méndez acompañó las ideas de películas representativas del cine nacional.Foto Marco Peláez
Daniel López Aguilar
Periódico La JornadaViernes 15 de agosto de 2025, p. 2
La exposición Leopoldo Méndez: De la estampa al mural en movimiento, que abre mañana en el Museo Nacional de la Estampa (Munae), reivindica la obra de uno de los grabadores más influyentes de México y revela su colaboración, poco conocida, con el cinefotógrafo Gabriel Figueroa (1907-1997).
Durante casi dos décadas, ambos artistas entrelazaron su talento en un diálogo creativo que trasladó los trazos del papel al cine y transformó las estampas de Leopoldo Méndez (1902-1969) en escenas vivas, muchas de ellas concebidas antes de la filmación de los libretos.
La muestra reúne 48 grabados originales, entre linografía, xilografía, litografía y la poco frecuente técnica del cliché-verre, acompañados de 49 fotogramas, siete carteles y documentos personales. Esta selección permite apreciar la diversidad de su trabajo y la relación con el cine nacional de la época.
Durante un recorrido para medios realizado ayer, Emilio Payán, director del Munae, celebró el legado de Méndez y explicó que “esta iniciativa permite descubrir cómo su arte gráfico acompañó las ideas iniciales de siete películas representativas del cine nacional y cómo su obra sigue siendo relevante en la actualidad”.
En la exhibición también destacan cartas, recibos de productoras y la máscara mortuoria del artista, como préstamo del Taller de Gráfica Popular, objetos que dan testimonio de un creador que comprendía la estampa como un acto político.
Una de las figuras más olvidadas del arte mexicano
Los curadores son Tamara González, historiadora social y responsable de la investigación, David García y Caroline Montenat.
González comentó que “Leopoldo Méndez es una de las figuras más olvidadas del arte mexicano. Siempre se habla de los tres grandes muralistas, pero el país es más que pintura; es grabado, es cine, es arte al servicio de las causas sociales.
“Hoy lo reivindicamos no como una reliquia, sino como un referente que nos habla del México que aún no resuelve sus deudas con los pueblos originarios.”
García subrayó la singularidad de la colaboración con Figueroa: “En la época de oro del cine nacional, el cinefotógrafo solía inspirarse en obras existentes para sus encuadres. Con Méndez ocurrió lo contrario: primero recibía el guion, luego concebía las estampas, y de ahí Figueroa tomaba inspiración para planificar ciertas tomas. Los grabados se convirtieron en mapas visuales que antecedieron a la película misma”.
Montenat invitó a mirar el montaje como un capítulo alterno de la historia del muralismo: “Gracias al cine, los grabados se hicieron murales. Se expandieron al tamaño de una pantalla, llevando las ideas de Méndez a miles de espectadores. Es un muralismo no en piedra o yeso, sino en luz y celuloide”.
La exposición recorre siete películas claves: Río escondido (1948), Pueblerina (1949), Un día de vida (1950), El rebozo de Soledad (1952), La rebelión de los colgados (1954), La rosa blanca (1961) y Un dorado de Pancho Villa (1966).
Cada sección integra grabados, fotogramas y fotos de rodaje, con coincidencias, variaciones y escenas que nunca llegaron a filmarse.Entre las piezas más singulares se encuentran los trabajos en cliché-verre, donde Méndez grabó directamente sobre material fílmico y exploró nuevas fronteras técnicas.
Documentos del Fondo Leopoldo Méndez del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de Artes Plásticas (Cenidiap) forman parte de la narración, desde la lectura inicial del guion hasta la aparición de la imagen en créditos o planos claves.
Según los curadores, el legado de Méndez permite comprender “no sólo su evolución artística, sino también su influencia en los movimientos culturales y políticos del siglo XX.
“Esta lectura asocia sus grabados con su incursión en el muralismo, una faceta poco explorada de su obra, y muestra cómo, gracias al cine, sus estampas trascendieron el soporte original para proyectarse en escala mural y cobrar movimiento. Méndez aspiraba a que sus grabados fueran ‘murales en movimiento’, capaces de llegar a un público más amplio que el de los murales tradicionales.”
El recorrido incluye la máscara mortuoria del artista como recordatorio de permanencia. Montenat concluyó: “Su mirada, la de un artista y un activista, no se apaga con su ausencia física”.
Leopoldo Méndez: De la estampa al mural en movimiento se inaugurará mañana a las 13 horas en el Munae (avenida Hidalgo 39, colonia Centro). Posteriormente se podrá visitar de martes a domingo de 10 a 18 horas. La entrada cuesta 65 pesos.
La exhibición incluye un ciclo de cine en La Nana, Laboratorio Urbano de Arte Comprometido, donde se proyectarán algunos de los filmes incluidos. Además, se realizará un conversatorio con tres académicos expertos en cine, revolución y muralismo. Ambas actividades se darán a conocer en las redes sociales del Munae.
Con música, niños silencian el estruendo de la guerra en Gaza
Profesores imparten clases a los desplazados con instrumentos rescatados y algunas latas

▲ Jóvenes mencionan que el hambre y el cansancio hacen difícil tomar las clases, pero acuden con esperanza y gozo.Foto tomada de la página de Barenboim-Said Center for Music
Reuters
Periódico La JornadaViernes 15 de agosto de 2025, p. 3
Ciudad de Gaza. La canción entonada por un niño en una tienda de campaña, en la ciudad de Gaza, sonaba por encima de una melodía instrumental acompañada por armonías de los coristas; una música suave se oponía al ruido de las calles: el ritmo mortal de las bombas y las balas.
Jóvenes alumnos participaban en una clase impartida el 4 de agosto por profesores del Conservatorio Nacional de Música Edward Said, quienes han continuado las lecciones desde los campos de desplazados y los edificios destrozados, incluso después de que los bombardeos de Israel los obligaran a abandonar el edificio principal de la escuela en la ciudad.
“Cuando toco siento como si volara”, mencionó Rifan al-Qasas, de 15 años, quien empezó a aprender a tocar el oud, un laúd árabe, cuando tenía nueve años. Espera poder tocar algún día en el extranjero. “La música me da esperanza y alivia mis miedos”, mencionó durante una clase de fin de semana en el Gaza College, una escuela de la ciudad que ha sufrido fuertes ataques. El ejército israelí volvió a bombardear partes de la ciudad el 12 de agosto y en los últimos días han muerto más de 120 personas, según las autoridades sanitarias de Gaza.
El conservatorio se fundó en Cisjordania y había sido un salvavidas cultural para Gaza desde que abrió una sucursal allí hace 13 años, en la que enseñaba música clásica junto con géneros populares hasta que Israel comenzó su guerra contra el enclave mediterráneo en respuesta a los ataques de Hamás el 7 de octubre de 2023.
Antes de los combates, Israel concedía a los mejores estudiantes permisos de salida en algunas ocasiones para viajar fuera de Gaza y tocar en la Orquesta Juvenil Palestina, el conjunto itinerante del conservatorio. Otros actuaban dentro de Gaza dando conciertos de tradición árabe y occidental.
Tras 22 meses de bombardeos, algunos de los alumnos han muerto, según el presidente del conservatorio, Suhail Joury; entre ellos, la violinista de 14 años Lubna Alyaa, quien fue asesinada junto con su familia al principio de la guerra. La antigua sede de la escuela está en ruinas, según un video publicado en enero por un profesor. Las paredes estaban derrumbadas y las habitaciones llenas de escombros. El piano de cola había desaparecido.
Durante la sesión de la semana pasada, más de una docena de estudiantes se reunieron bajo el susurro de las láminas de plástico de la tienda para practicar con instrumentos cuidadosamente conservados durante la guerra para tocar música y entonar melodías.
“Ninguna hoja de higuera se marchitará dentro de nosotros”, cantaba un niño, un verso de un lamento popular sobre la pérdida palestina tras generaciones de desplazamientos desde la creación de Israel en 1948.
Tres alumnas practicaban con la guitarra la canción Greensleeves fuera de la tienda, mientras otro grupo de chicos tocaba ritmos con tambores de Oriente. Pocos instrumentos han sobrevivido a los combates, lamentó Fouad Jader, quien coordina las clases reactivadas del conservatorio. Los docentes han comprado algunos a otros desplazados para que los utilicen los alumnos, pero otros han quedado destrozados durante los bombardeos, señaló. Los instructores han experimentado con la fabricación de sus propios instrumentos de percusión a partir de latas y recipientes vacíos para formar a los niños, dijo Jader.
Una amplia sonrisa
A principios del año pasado, Ahmed Abu Amsha, un maestro de guitarra y violín con una gran barba y una amplia sonrisa, fue uno de los primeros profesores y alumnos dispersos del conservatorio que empezaron a ofrecer clases de nuevo, tocando la guitarra por las tardes entre las tiendas de los desplazados del sur de Gaza, donde gran parte de los 2.1 millones de habitantes se habían visto obligados a desplazarse por las órdenes de evacuación y los bombardeos israelíes.
Tras el alto el fuego iniciado en enero, Abu Amsha, de 43 años, formó parte de las decenas de miles de personas que se trasladaron de nuevo al norte, a la ciudad de Gaza, gran parte de la cual ha quedado arrasada por los bombardeos israelíes. Desde hace seis meses, vive y trabaja en el distrito central de la ciudad junto con sus compañeros enseñando oud, guitarra, percusión y ney, una flauta de caña, a los alumnos que pueden acceder a ellos en las tiendas de campaña o en los edificios acribillados de la Universidad de Gaza.
También van a guarderías para dar clases a niños más pequeños y ofrecen clases de música en el sur y el centro de Gaza; 12 músicos y tres profesores de canto instruyeron a casi 600 alumnos en todo el enclave en junio, según el conservatorio.
Abu Amsha afirmó que los profesores y los padres de los alumnos están “profundamente preocupados” por la posibilidad de volver a ser desarraigados tras la decisión del gabinete israelí del 8 de agosto de tomar el control de la ciudad de Gaza. Israel no ha dicho cuándo lanzará la nueva ofensiva.
Hambre y fatiga
Fuera de la tienda de campaña de los instructores de música, la ciudad de Gaza yacía en una masa de hormigón derruido, con casi todos los residentes hacinados en refugios o campamentos sin apenas alimentos, agua potable ni ayuda médica.
Alumnos y profesores dicen que tienen que sobreponerse a la debilidad que les produce la escasez de alimentos para asistir a las clases.
Reino Unido, Canadá, Australia y varios de sus aliados europeos afirmaron el 12 de agosto que “la hambruna se estaba desarrollando ante nuestros ojos” en Gaza. Israel cuestiona las cifras de desnutrición del enclave gobernado por Hamás.
Sarah al Suwairki, de 20 años, afirmó que a veces el hambre y el cansancio le dificultan realizar el corto trayecto a pie hasta sus dos clases de música semanales, pero que disfruta de aprender a tocar la guitarra. “Me encanta descubrir nuevos géneros, pero más concretamente el rock. Me gusta mucho el rock”, mencionó.
Autoridades sanitarias palestinas afirman que la campaña militar israelí ha matado a más de 61 mil personas, entre ellas, más de mil 400 que acudían a los puntos de ayuda para conseguir alimentos.
Israel señala que Hamas es responsable del sufrimiento tras iniciar la guerra, la última en décadas de conflicto, con el ataque de octubre de 2023 desde Gaza, cuando sus hombres armados mataron a mil 200 personas y tomaron a 250 rehenes, de acuerdo con los recuentos israelíes.
“Artesanos luchamos por generaciones para ser reconocidos”: maestra huave
Francisca Palafox recibió galardón nacional por su huipil tejido // Entregan otros 21 reconocimientos
Merry MacMasters
Periódico La JornadaViernes 15 de agosto de 2025, p. 4
“Los artesanos damos nuestra vida, trabajo, tiempo, esfuerzo, todo nuestro corazón, porque es un talento que nos fue dado como un regalo de Dios, no lo buscamos”, expresó Francisca Palafox Herrán al recibir el Galardón Nacional de la 12 edición del Concurso Nacional Grandes Maestras y Maestros del Patrimonio Artesanal de México 2025.
Oriunda de San Mateo del Mar, Oaxaca, la maestra artesana huave obtuvo el premio por el huipil Mum Nejmiar Kan, de tres lienzos de algodón y seda tejido en telar de cintura, tintes naturales: caracol púrpura, añil, grana cochinilla y palo de Brasil; iconografía: brocado de animales marinos y La Malinche.
Ante el público reunido ayer en la sala Manuel M. Ponce, del Palacio de Bellas Artes, Palafox Herrán se remontó a su niñez, cuando el arte de tejer le llamó la atencion: “Ya después se me hizo como un trabajo bien bonito que me gustó. Fue algo fácil para mí. Ahora que cumplo 48 años de tejer, y le he dedicado todo mi tiempo, ya no es trabajo, sino es como un pasatiempo, un gusto que ya no puedo dejar. Si lo dejamos por un día sufrimos mucho”.
Es un trabajo que “alegra el corazón y lo voy a llevar hasta el final de mi vida”. Palafox Herrán reflexionó: “Esta vida me la dio dios para mi solita. Soy única. No puede haber alguien como yo. Todo lo que hago es mío. No puede haber otra igual”. Exhortó a sus compañeros artesanos a “no dejar este quehacer y sentirlo no como un trabajo, sino algo que disfrutamos”. Reconoció: “luchamos para llegar a este lugar” y que, en su caso, ha ganado premios desde los 18 años.
Agradeció a todas las personas que “nos tomaron en cuenta para este concurso de artesanos”, porque antes no fue así: “Me acuerdo que mi mamá y mis abuelos se alejaron porque nadie los ayudaba. Pero ahora que estamos rescatando nuevas piezas y siguiendo el trabajo, qué bueno, para que nunca se acaben los artesanos. Para que haya más”.
Memoria colectiva
En ese acto se entregaron un total de 22 reconocimientos, entre menciones honoríficas, premios únicos en diferentes categorías, premios especiales y el galardón nacional. En el concurso fueron inscritas 157 obras, indicó Sonia Santos Garza, titular del Fondo Nacional del Fomento a las Artesanías, organizador del certamen, con el apoyo del Banco Nacional de México a través de Fomento Cultural Banamex (FCB) y el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas. El jurado estuvo integrado por Cándida Fernández Baños, Maggie Galton, Gustavo Cano González, Sol Rubín de la Borbolla y José Ángel Santos Juárez.

▲ Francisca Palafox al recibir la distinción del Concurso Nacional Grandes Maestras y Maestros del Patrimonio Artesanal de México.Foto Cristina Rodríguez
Las piezas seleccionadas son testimonio de la “maestría técnica, la memoria colectiva, las formas de nombrar y hablar el mundo, heredadas por generaciones”. Éstas “no son piezas ordinarias, sino obras maestras que dialogan con la historia, la naturaleza y los simbolismos de las manos artesanos que las han creado. Además, se forjan en comunidad. Son experiencias que nos recuerdan que el arte popular mexicano no es estático, sino una fuerza viva capaz de innovar sin perder la raíz”, aseguró Santos Garza.
Adela Giral, directora de Recursos Humanos de Banamex, recordó que el concurso se efectúa en el marco del Año de la Mujer Indígena. Puntualizó: “A través de nuestro programa de apoyo a los grandes maestros del arte popular, impulsamos en forma sustentable el emprendimiento del quehacer de los artesanos”. El certamen, a su vez, representa “una maravillosa ventana panorámica para conocer la gran riqueza del trabajo de los artesanos que hoy celebramos”.
Banamex, por conducto de FCB, colabora con el gobierno federal en la realización de varios concursos de este tipo desde 2005, “al integrarnos de manera económica a las bolsas de premios y al incentivar a hombres, mujeres y jóvenes representen la riqueza cultural del país por medio de sus obras”.
Para Dolores Martínez Orralde, subdirectora general del Patrimonio Artístico y Mueble del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, mediante la convocatoria para el presente concurso, “se reconocen las obras que destacan por su excelencia estética, su maestría técnica y por el uso consciente y sustentable de los materiales”.
Las 22 obras premiadas se exhiben hasta el 5 de octubre en el Museo del Palacio de Bellas Artes.
Con labor conjunta se recobró manuscrito de Hernán Cortés
Iván Evair Saldaña y Néstor Jiménez
Periódico La JornadaViernes 15 de agosto de 2025, p. 4
El gobierno mexicano reconoció ayer el trabajo conjunto con Estados Unidos para recuperar un manuscrito histórico firmado por Hernán Cortés, robado a México hace unas cuatro décadas.
En la conferencia mañanera, José Alfonso Suárez del Real, asesor político de la Coordinación de Comunicación Social de Presidencia de la República, destacó que el Archivo General de la Nación acreditó que el documento –que iba a ser subastado en el país vecino– es propiedad de México.
“Se debe agradecer que el Archivo General de la Nación, dentro del programa Mi Patrimonio no se Vende que, ubicando una subasta desde 2015, precisa que se trata de un documento que pertenece a México, lo acreditan con un expediente muy sólido, que es el que logra que el día de ayer (miércoles) se haya entregado este documento a nuestra embajada en Washington”, dijo en Palacio Nacional.
La pieza, fechada en 1527, ordena el pago de 60 pesos de oro para una expedición a las islas de la Especiería. Forma parte del legado del Hospital de Jesús y había sido sustraída entre 1980 y 1993.
El pasado martes, la FBI de Estados Unidos lo devolvió al gobierno de México. La embajada de ese país destacó que la hazaña se logró gracias a una estrecha colaboración entre la FBI, el Departamento de Policía de la Ciudad de Nueva York, el Departamento de Justicia y el gobierno mexicano.
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