¿Él no habla? ¿O tal vez no puede? Cómo reconocer si el silencio de tu hijo es una señal de alarma

Todos los padres anhelan este momento: la primera palabra que sonará como la melodía más hermosa. Para muchos cuidadores, esto es una señal de que el niño se está desarrollando y de que todo va según lo previsto. ¿Pero qué pasa si ese momento no llega? ¿Qué pasa si pasa otro mes y tu hijo está en silencio, evita el contacto visual, no señala, no muestra juguetes, no dice “dame”, “no”, “mamá”? A veces el grito de ayuda más fuerte es simplemente... silencio.
El silencio de un niño: ¿cuál podría ser la razón?La falta de expresión no siempre es consecuencia de un “inicio tardío”. El silencio de un niño puede tener muchas causas, que no siempre son inmediatamente visibles a simple vista.
Los factores físicos incluyen, entre otros, los defectos de audición: incluso una pérdida auditiva leve puede causar dificultades para adquirir sonidos del habla y, en consecuencia, problemas para imitar sonidos y pronunciar palabras. Problemas con la estructura de los órganos de articulación, como un frenillo lingual acortado o un paladar hendido, también pueden provocar renuencia a producir sonidos. Los factores neurológicos incluyen: trastornos del procesamiento auditivo, trastornos del espectro autista, afasia del desarrollo, retraso en el desarrollo psicomotor o enfermedades metabólicas.
Las causas emocionales pueden ser sutiles: el niño puede estar experimentando estrés, trauma o estar demasiado estresado por cambios en el hogar, como un divorcio, la llegada de un hermano, el jardín de infantes o una migración. El silencio de un niño puede ser un mecanismo de defensa. El medio ambiente también juega un papel importante. Si un niño ve televisión la mayor parte del día y los adultos que lo rodean no le hablan, no interactúan y no modelan el lenguaje, no tendrá la oportunidad de entrenar.
Wprost