El jeque que arrebató el fútbol y mima a los señores de la guerra

NAIROBI: Semanas antes de que Sudán estallara en una calamitosa guerra civil, uno de los hombres más ricos de Medio Oriente, el jeque Mansour bin Zayed Al Nahyan, recibió a un arquitecto del caos en su palacio del Golfo Pérsico. El jeque, hermano menor del poderoso gobernante de los Emiratos Árabes Unidos, es reconocido en Occidente como coleccionista de superyates y caballos de carreras, y quizás sea más conocido como el propietario del Manchester City, un exitoso equipo de fútbol inglés. El año pasado, su equipo en Nueva York obtuvo la aprobación para construir un estadio de fútbol de 780 millones de dólares en el barrio de Queens, el primero de la ciudad. Sin embargo, allí estaba, en febrero de 2023, agasajando abiertamente a un conocido comandante de los desiertos del oeste de Sudán, alguien que había tomado el poder mediante un golpe de Estado, amasado una fortuna con oro ilícito y acusado de atrocidades generalizadas. Mansour había recibido al comandante sudanés, el general Mohammed Hamdan Dagalo, dos años antes en una feria de armas en los Emiratos Árabes Unidos. Cuando estalló el conflicto en Sudán, en abril de 2023, Mansour ayudó al general a librar la guerra. Organizaciones benéficas controladas por Mansour abrieron un hospital, alegando que atendían a civiles. Pero, según funcionarios estadounidenses y de las Naciones Unidas, esa labor humanitaria también era una tapadera para el intento secreto emiratí de contrabandear drones y otras armas poderosas al grupo de Dagalo, las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF). Ha surgido una avalancha de pruebas de masacres, violaciones masivas y genocidio perpetrados por las fuerzas de Dagalo. Los emiratíes niegan haber armado a ningún bando en la guerra, pero Estados Unidos ha interceptado llamadas telefónicas regulares entre Dagalo y los líderes de los EAU, incluido Mansour. Un enigma de jeque A pesar de ser dueño de uno de los equipos de fútbol más famosos del mundo, Mansour, de 54 años, sigue siendo un enigma, mostrando a menudo una capacidad camaleónica para pasar desapercibido. Sin embargo, en entrevistas con más de una docena de funcionarios estadounidenses, africanos y árabes, se le describe como la punta de lanza del agresivo esfuerzo de su país por expandir su influencia en África y Oriente Medio. En lugares como Libia y Sudán, afirman, Mansour ha consentido a caudillos y autócratas como parte de una amplia campaña emiratí para adquirir puertos y minerales estratégicos, contrarrestar los movimientos islamistas y consolidar a la nación del Golfo Pérsico como una potencia regional de peso. «Es el intermediario, el que maneja, el enviado a lugares sin mucho glamour ni publicidad, pero que son importantes para los emiratíes», declaró Andrew Miller, exdiplomático estadounidense de alto rango. Las mareas empiezan a cambiar El año pasado, el gobierno británico aprobó una ley que, en la práctica, impidió que Mansour adquiriera un respetado periódico británico, por temor a que pudiera afectar la libertad de prensa. Juicios en Estados Unidos y Malasia han destapado acusaciones de que Mansour se benefició del escándalo de 1 MDB, uno de los mayores fraudes financieros del mundo. Un panel del Reino Unido está considerando acusaciones generalizadas de que el Manchester City ha hecho trampa a gran escala. De ser declarado culpable, el equipo podría ser multado o despojado de sus títulos. La historia de los Emiratos En la época de sus abuelos, la mayoría de los habitantes de lo que hoy son los Emiratos Árabes Unidos eran cultivadores de dátiles, pastores de camellos y pescadores de perlas. El descubrimiento de petróleo en la década de 1960 transformó a Dubái en un arquetipo de ostentación petrolera. La capital, Abu Dabi, es un centro financiero clave y una aspirante a superpotencia en inteligencia artificial. Una familia se encuentra en la cima. Los Al Nahyan de Abu Dabi son, según algunas estimaciones, la segunda familia más rica del mundo, después de los Walton de Estados Unidos. Han gobernado los Emiratos Árabes Unidos desde 1971, y su poder se concentra en un grupo conocido como los "Bani Fátima": seis hijos de la esposa predilecta del padre fundador del país, el jeque Zayed bin Sultán Al Nahyan. Tres de los hijos dominan el poder. El hermano mayor, Mohammed, de 64 años, conocido como MBZ, ha sido el gobernante de facto durante más de dos décadas. Bajo su mando se encuentra el jeque Tahnoon bin Zayed Al Nahyan, de 56 años, a menudo llamado el "jeque espía", un asesor de seguridad nacional con gafas de sol y entusiasta del fitness que ha forjado una relación con Zuckerberg a través del jiu-jitsu. El tercer hermano más poderoso, Mansour, como viceprimer ministro y vicepresidente, controla instituciones clave, como el banco central de los Emiratos Árabes Unidos, la compañía petrolera nacional y la autoridad criminal de Abu Dabi. Preside Mubadala, un fondo soberano de riqueza de 330 mil millones de dólares en rápido crecimiento con inversiones en inteligencia artificial, semiconductores y turismo espacial.