Mi oído defectuoso me salvó de morir en Kramatorsk

Preferiría callarme lo que sigue, que parece mentira, pero debo contarlo porque es verdad. En ese restaurante, en esa Ria Pizza, en ese sitio lleno de civiles y militares al que llegamos a las siete y cuarto, con cierto afán porque a las ocho suspendían ...
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