El 10 de mayo no siempre es día de celebrar

El 10 de Mayo suele pintarse con flores, desayunos en cama y frases bordadas de gratitud, con motivo del Día de las Madres. Pero hay madres que despiertan ese día con un nudo en la garganta, preguntándose si está bien no sentirse alegres, si es válido querer silencio en lugar de fiesta.
"No me dieron ganas de que me felicitaran. Extraño a mi hijo, y eso no se cubre con pasteles o felicitaciones de otras personas", dice Norma, una madre que perdió en un accidente a su único hijo hace tres años. Como ella, muchas mujeres viven el Día de las Madres con emociones encontradas: culpa por no estar "felices", tristeza por relaciones rotas, duelo por hijos que ya no están o simplemente agotamiento.
La maternidad está profundamente idealizada en nuestra cultura. Se nos ha dicho que ser madre es lo más hermoso del mundo, que se trata de un amor incondicional, de entrega plena. Pero poco se habla del lado menos luminoso: la soledad, la frustración, las renuncias, el miedo.
Laura Sánchez, madre de dos jóvenes adolescentes, confiesa que el 10 de Mayo le pesa un poquito: "Recibo regalos de la escuela, pero a veces me siento invisible en casa. Mis hijos ya tienen su vida social, la escuela… y pocas veces me preguntan si estoy bien. A veces solo parezco su chofer o mandadera, y me dan ganas de llorar solo de pensar que no puedo con todo", acepta un tanto afligida.
Además, están las madres que crían lejos de sus hijos, por migración o trabajo. Las que tienen hijos que no les hablan, las que se arrepienten de haber sido madres y no se atreven a decirlo. Las que luchan con enfermedades mentales o condiciones de pobreza que hacen que la maternidad se viva como un campo de batalla.
Como indica la psicóloga Laura Gutman en su libro: "Maternidad y el encuentro con la propia sombra", "la idealización de la maternidad silencia el sufrimiento real de muchas mujeres".
Sentirse triste o abrumada y el amor de madre no se mide en fiestas o flores. También es amor reconocer los propios límites y buscar ayuda.
La psiquiatra Alexandra Sacks, especialista en salud mental materna, escribe: "Convertirse en madre implica una transformación psíquica profunda, una especie de revolución interior. No estás rota, simplemente estás cambiando", define en su libro "Lo que nadie te cuenta; una guía de tus emociones, desde el embarazo hasta la maternidad".
Para quienes se sienten identificadas, hay otros recursos que pueden ser faros en la niebla, como el libro "Madres arrepentidas", de Orna Donath que, aunque provocador, ofrece una mirada honesta y sin juicios sobre emociones que muchas ocultan.
Y la película "Tully" (2018), protagonizada por Charlize Theron, que retrata con crudeza y compasión la experiencia de la depresión postparto y el desgaste emocional que atraviesan muchas madres.
Tal vez este día, para muchas, no se trate de celebrar, sino de acompañar y escuchar a nuestras madres, amigas o a nosotras mismas.
EL DATOExisten líneas de apoyo como la de SAPTEL (800 472 7835), el Servicio de Apoyo Psicológico a Distancia del Consejo Ciudadano, que brinda atención emocional gratuita 24/7. Hablar con alguien siempre ayuda.
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