(2) ¿Se está reemplazando a la Universidad?

En un artículo anterior se analizó la situación actual de la Universidad y se plantearon interrogantes sobre su futuro. Aquí analizamos los principales desafíos a los que nos enfrentamos hoy en día.
La Universidad se ha visto afectada por las grandes transformaciones sociales y tecnológicas de las últimas décadas: la caída del Muro de Berlín (1989) y la crisis de las ideologías; la decadencia de los Estados-nación y el surgimiento de organizaciones políticas transnacionales (por ejemplo, el Tratado de Maastricht, 1992); globalización económica, cultural y del conocimiento; avances científicos e innovaciones tecnológicas con fuerte impacto social; preocupación por el medio ambiente; nuevos mercados y modelos de negocio; la consiguiente redefinición de las cualificaciones profesionales, en el ámbito de la llamada 4ª Revolución Industrial. En este contexto surgen desafíos para la Universidad que ponen en riesgo su misión, objetivos y forma de actuar.
1) Fin del monopolio: del conocimiento, de la educación y de los títulos académicos
El conocimiento, uno de los activos más preciados de la Universidad, estuvo confinado entre sus muros durante siglos. Pero hoy en día está en todas partes, especialmente cuando se trata de la educación superior. La creación de conocimiento también tiene lugar cada vez más fuera de la universidad, concretamente en empresas de tecnología de vanguardia y en las grandes tecnológicas. El acceso fácil e inmediato a diversas fuentes de información facilita el autoaprendizaje y permite nuevas formas de aprendizaje informal fuera de la Universidad. La Universidad ha perdido su hegemonía del conocimiento.
Movimientos como los Recursos Educativos Abiertos (REA) , impulsados por la UNESCO, y entornos virtuales de aprendizaje como los Cursos Masivos y Abiertos en Línea (MOOC) o los Pequeños Cursos Privados en Línea (SPOC) permiten acceder al conocimiento como nunca antes. Hoy en día existen formas de transmitir conocimiento en línea , de altísima calidad , presentadas de forma tan clara, persuasiva y efectiva que superan a la mayoría de las clases en las universidades tradicionales. La educación ya no es un monopolio de la Universidad.
También se cuestiona la concesión de títulos académicos, como certificación del aprendizaje. Algunas plataformas en línea no sólo ofrecen contenidos, sino que también evalúan a los estudiantes y emiten “certificados”. Estos pueden no tener valor legal, pero tienen valor “de mercado” cuando son reconocidos por los empleadores. La certificación ya no es un monopolio de la Universidad.
2) Fuerzas antagónicas y expectativas contradictorias
La Universidad hoy se enfrenta al dilema de estar llamada, con flagrante contradicción, a hacer todo lo contrario, de manera aparentemente incompatible:
– Debe formar “élites intelectuales” y al mismo tiempo “mano de obra cualificada”. Pero ¿es posible conciliar la preparación de líderes culturales, científicos y políticos (con formación humanística, crítica y reflexiva) con la masificación de la educación para responder a las demandas momentáneas del mercado de trabajo?
– Tiene una misión internacional/universal y al mismo tiempo debe adaptarse y responder a los problemas locales. Pero ¿la misión universal es equivalente a la contribución al desarrollo regional?
– Se defiende su autonomía científica, pedagógica y cultural, pero en muchos casos la infrafinanciación estatal y la consiguiente necesidad de ingresos propios entran en conflicto con dicha autonomía;
– Debe ser un espacio de libertad intelectual, abierto al pensamiento crítico independiente y desinteresado, pero, al mismo tiempo , debe regirse por criterios de productividad inmediata y métricas de eficiencia empresarial como los KPI (Key Performance Indicator);
3) Alternativas “competidoras”
Como la Universidad no puede hacer todo y su contrario al mismo tiempo, surgen alternativas cada vez más populares, sobre todo en el ámbito de la educación. Por ejemplo, Singularity University, con sede en Silicon Valley, se define como una “plataforma de aprendizaje” formada por una “comunidad o red global de expertos”. De iniciativa privada y financiada por multinacionales, ofrece cursos cortos en el área de tecnología e innovación.
Google también ha entrado en el espacio de la educación en línea, ofreciendo los llamados Certificados Profesionales de Google en la plataforma Coursera . Se trata de cursos flexibles y de bajo coste en áreas de alta demanda, como IA, datos, ciberseguridad, gestión de proyectos, etc. El proyecto se presentó inicialmente con una crítica implícita al modelo tradicional de enseñanza, pero con la intención de compararlo con los cursos universitarios tradicionales.
La Escuela 42 es un ejemplo más de disrupción y éxito en el ámbito de la educación alternativa a la Universidad. Creado en Francia en 2013 para enseñar programación, está financiado por mecenas y es gratuito para los estudiantes. Está presente en más de 50 ciudades, en unos 30 países, entre ellos Lisboa y Oporto . Se considera una excelente escuela de programación y sus estudiantes son muy buscados por los empleadores. En la misma línea, existen otras iniciativas, como Le Wagon (2013), Holberton School (2015), o BloomTech (2017).
Khan Academy es otro ejemplo de una institución que ofrece “educación gratuita de primer nivel para cualquier persona, en cualquier lugar”. Su material educativo, especialmente los vídeos, tienen cientos de millones de visitas.
Siguen surgiendo otras alternativas, con enfoques diferentes, impulsadas por ONG, organizaciones sin fines de lucro o empresas. En el ámbito de los negocios y el emprendimiento destacan iniciativas como thePower (2017) o Hyper Island (1996). Los bootcamps , cada vez más populares en el mercado laboral, son otro ejemplo de esta transformación en la educación.
Estas formas alternativas de educación pueden llegar prácticamente a cualquier persona, en cualquier lugar y en cualquier momento. Se caracterizan por métodos de enseñanza rápidos y de corta duración, y muchos cursos son gratuitos. No corresponden plenamente a la Universidad tradicional, pero se presentan como una alternativa. Habiendo surgido en los últimos 15 años, es posible que se vuelvan progresivamente más atractivas, compitiendo con las universidades tradicionales por cada vez más estudiantes.
Paradójicamente, las propias universidades contribuyen a la transformación de la formación universitaria poniendo a disposición de forma gratuita el contenido de sus unidades curriculares, incluidos vídeos de las clases (por ejemplo, MIT o IIT ). Esto también ha contribuido a un cambio de paradigma en la relación entre estudiantes y universidades.
4) La Universidad es reemplazable en varias funciones
Una de las funciones tradicionales de la universidad ha sido la certificación y clasificación de los estudiantes, a través de diplomas y promedios de cursos. Esto ha sido relevante para las empresas, que encontraron en las universidades un “servicio” esencial para el reclutamiento. Sin embargo, hoy en día, servicios sofisticados de evaluación y clasificación y mecanismos de reclutamiento (por ejemplo, WeCP , HireVue ) reemplazan este papel de la universidad. Inevitablemente, desde este punto de vista, el diploma académico y su clasificación terminan perdiendo valor.
De hecho, en muchos ámbitos surgen cada vez más alternativas a la universidad en términos de formación, evaluación, selección y reclutamiento de profesionales. Estas funciones, por sí solas, ya no justifican la existencia ni la relevancia social de la Universidad. En cierto modo, parece que se cierra un ciclo que comenzó hace 200 años, con la creación del modelo napoleónico: la Universidad como instrumento de formación y selección de profesionales.
5) Muchos estudiantes perciben la Universidad como algo inútil
Siguiendo con los 4 puntos anteriores, no es extraño que muchos estudiantes critiquen y abandonen la universidad, alegando que no les sirve para la vida. Existe una fuerte imagen social de los emprendedores, según la cual su éxito pasó por la universidad (Bill Gates, Steve Jobs, Mark Zuckerberg, Michael Dell, Richard Branson (Virgin), Jan Koum (WhatsApp), Travis Kalanick (Uber), etc.). Sin embargo, se ignora que estos casos son excepcionales y que, por regla general, la educación formal es el camino más seguro hacia la estabilidad y el éxito profesional. Por lo tanto, si buscas “abandonó la universidad” en YouTube, encontrarás miles de videos, con millones de vistas, que promueven el abandono de los estudios universitarios. Cuando se reconoce la importancia del conocimiento, se entiende que éste ha sido adquirido a través del aprendizaje informal, fuera del contexto universitario.
Al mismo tiempo, cada vez más empresas, especialmente en Estados Unidos, ya no valoran la posesión de un título universitario y contratan a sus empleados independientemente de si han asistido a la universidad. Según las políticas de reclutamiento de varias empresas ( Apple , Google , IBM , PwC , Aon ), el título académico ya no es el criterio principal, sino las competencias de los candidatos para objetivos específicos. Luego ofrecen una formación interna específica. ¿Será esto sostenible a largo plazo, en un contexto de alta complejidad científica y tecnológica? ¿Responder a las necesidades inmediatas de las empresas posibilita el liderazgo y la sostenibilidad del progreso tecnológico?
6) Métodos de enseñanza considerados obsoletos
En cuanto a los métodos de enseñanza, clases y materiales de estudio, se dice que son aburridos, anticuados e ineficaces, en comparación con otras formas más inmediatas, interactivas o divertidas de adquirir conocimientos. Esto es especialmente crítico en el caso de la llamada Generación Z ( zapping ), los nativos digitales nacidos entre 1995 y 2010.
7) Cargas económicas
En términos económicos, la inversión de los estudiantes en la educación universitaria no siempre es rentable, como sucede en EE.UU., donde la deuda estudiantil es un grave problema.
En Portugal, aunque el coste mensual medio de la educación universitaria ronda los 900 € al mes , ofrece importantes beneficios en términos de empleabilidad e ingresos a largo plazo. Portugal es uno de los países europeos con mayor tasa de retorno por cada año adicional de escolarización. Según el informe de la OCDE de 2024 , la prima salarial en Portugal asociada a un título de educación superior es del 73% , mientras que el promedio de la OCDE es del 56%. Considerando todos los grupos de edad, la tasa de desempleo en Portugal ha sido menor entre quienes asistieron a la universidad. Sin embargo, considerando sólo el grupo de edad de 25 a 34 años, en algunos años la tasa de desempleo en Portugal fue mayor entre los licenciados que entre los que sólo completaron la educación secundaria.
8) El mundo VICA
En un mundo volátil, incierto, complejo y ambiguo (VICA), algunos argumentan que las “habilidades” y la formación necesarias para enfrentar los problemas actuales (tecnológicos, sociales, ambientales) cambian rápidamente, y que el contenido que se enseña hoy estará desactualizado mañana… Así, se argumenta que no tiene sentido una carrera universitaria de 5 años para toda la vida, sino más bien un aprendizaje permanente. La alternativa sería pasar los 5 años enseñando “aquello que nunca cambia”, es decir, en el caso de las facultades STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), los fundamentos científicos que subyacen a cualquier tecnología, actual o futura. Sin embargo, este enfoque daría como resultado una formación considerada “puramente teórica” y sin aplicación práctica inmediata, lo que lleva a la acusación de que la universidad no prepara a los estudiantes con las habilidades necesarias para resolver los problemas prácticos de la sociedad… El problema es, por tanto, circular y paradójico…
En el mundo altamente globalizado de VICA, el modelo humboldtiano de universidad tampoco tiene ya sentido. En otras palabras, la Universidad como formadora de “ciudadanos nacionales”, generadora y guardiana de la “cultura nacional” ha perdido relevancia, porque en el mundo VICA todo es internacional y global. Como observó Bill Readings, con la desaparición de los Estados-nación y de las identidades culturales, la Universidad como guardiana de la cultura nacional se vuelve obsoleta. Sin embargo, los sorprendentes acontecimientos de las últimas semanas nos hacen preguntarnos si la globalización seguirá siendo el telón de fondo del desarrollo de las universidades…
9) La Universidad secuestrada
La susceptibilidad de la Universidad a influencias externas, no relacionadas con su misión, no es nueva. En las facultades de humanidades, el riesgo es el “secuestro ideológico”, ya que son un blanco atractivo para la instrumentalización política. Permiten influir en los futuros dirigentes controlando la producción y difusión del conocimiento, dirigido a jóvenes alertas, impresionables y abiertos al idealismo y al activismo. LaDeclaración de Port Huron (1962) es un ejemplo de este deseo recurrente de instrumentalizar la Universidad para promover agendas e ideologías políticas. En los últimos años, la cultura de la cancelación y los ataques a la libertad de expresión han prevalecido en muchos campus . En algunos casos, la interferencia proviene de otros estados, como la influencia financiera y política de China en la Universidad de Cambridge: Cómo China compró Cambridge .
En las facultades STEM el riesgo es el “secuestro económico”, ya que el desarrollo de algunas tecnologías puede ser de gran interés para las empresas. Esto podría llevar a una influencia excesiva en la estrategia de investigación y en la configuración de los cursos, creando sesgos que comprometan la vocación de la Universidad, su autonomía y su equidistancia respecto de los grupos privados.
Relacionado con esto está el intento (en parte ya implementado) de transformar la Universidad en un mero servicio comercializable, reduciendo los cursos a algo que pueda medirse exclusivamente en términos de “resultados de aprendizaje”. La principal expresión de esta tendencia es el tratado internacional GATS (Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios) , de 1995, de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que incluyó a las Universidades en la regulación del comercio internacional. En última instancia, las universidades tenderían hacia centros de formación profesional centrados en habilidades prácticas orientadas a las necesidades del mercado, algo similar al concepto de la EIT Digital Master School , en detrimento de una educación crítica, reflexiva y comprensiva.
10) La burocracia asfixiante
La Universidad, como otras organizaciones, se ha convertido en un complejo burocrático tan pesado que casi paraliza el mejor trabajo que debería realizarse allí. Numerosos protocolos, procedimientos, reglamentos, normas, órdenes, informes, documentos, formularios, reuniones, comités, evaluaciones, concursos, firmas, circulares, correos electrónicos, plataformas digitales, redundancias, insignificancias y otros obstáculos improductivos van más allá de cualquier razonabilidad.
Es cierto que éste no es un problema exclusivo de la Universidad, es un modo de vida que se ha generalizado y que tiene dos componentes: i) la distracción permanente, como el movimiento browniano, permite una alienación continua, desde el momento de despertarse hasta el de acostarse, impidiendo a cualquiera detenerse a reflexionar sobre lo esencial de la vida y entrando en crisis; ii) por otro lado, todo se hace desde la desconfianza en la autonomía individual y en la presunción de culpabilidad. Como dijo GK Chesterton: “Si los hombres no obedecen los Diez Mandamientos, terminarán obedeciendo Diez Mil Mandamientos”.
Esta constante dispersión burocrática, además de provocar despilfarro y desmotivación, es especialmente perjudicial en la Universidad, pues impide a los profesores realizar plenamente su vocación académica, ya que no son meros “profesores”: la Universidad depende esencialmente de la disponibilidad e iniciativa de sus profesores. Sin embargo, pasan horas interminables en reuniones discutiendo los innumerables obstáculos improductivos, pero rara vez están, con verdadera tranquilidad, en el laboratorio ( laboratorium, de laborare , que significa trabajar), y rara vez se reúnen para discutir asuntos verdaderamente académicos…
¡A la Universidad le faltan claustros y ágoras!
Tras esta reflexión sobre los principales retos que afronta la Universidad, el siguiente artículo abordará su evolución histórica hasta la actualidad.
Las opiniones expresadas aquí son únicamente las del autor y no de las instituciones a las que está afiliado.
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